miércoles, 21 de mayo de 2014

Líderes... ¿Positivos o Negativos?

Mucho se habla a diario de Líderes y su relación con los grupos que integran o comandan. Reconocemos Líderes Positivos y Negativos con facilidad, pero muchas veces confundimos esa positividad o negatividad con situaciones que están más unidas a las características de personalidad del jugador que a su función específica dentro del grupo. Y lo cierto es que el concepto de Líder Positivo no necesariamente debe estar ligado a si el jugador es una buena o mala persona, o solamente a si tiene ascendencia o liderazgo sobre el grupo, como se comunica y demás; sino que lo que suele definir a un Líder como Positivo o Negativo es su grado de compromiso con las metas y objetivos del Equipo.
Convertir a un jugador con tendencia o condiciones para erigirse en Líder Negativo en Positivo es tarea del Entrenador, y la herramienta mas importante a tal efecto no es otra que comprometer o embarcar en su proyecto a todos los integrantes de su equipo, a partir de establecer objetivos y metas que promuevan ese anhelado compromiso.

Un jugador comprometido con los intereses del Equipo difícilmente anteponga sus cuestiones personales por encima de las del Grupo. En definitiva, de eso se trata, ¿no? De convencer a los jugadores de cuál es nuestro plan, pero para ello, primero hay que estar convencido, y obviamente, también hay que tener un plan. 

viernes, 16 de mayo de 2014

Nota en "Alto Rendimiento"

Audio de la nota en "Alto Rendimiento" (España) acerca de el Entrenamiento Deportivo en Deportes de Conjunto. 
http://www.ivoox.com/entrenamiento-psicologico-deportes-colectivos-audios-mp3_rf_3119510_1.htm

Entrevistamos a Germán Diorio sobre el entrenamiento psicológico en los deportes colectivos
Canal: Alto Rendimiento
Categoría: Bienestar y Familia
Subcategoría: Mente y psicología
Género: Podcasting
Procedencia: España
Idioma: castellanomotivación, concentración, estado emocional, entrenamiento psicológico, dirección de equipos

martes, 8 de abril de 2014

Momentos Decisivos

Los Play Off tienen ese atractivo que los hace especiales. Si bien el sistema de competencia suele estar pensado para que siempre se juegue por algo, el hecho de saber que en los cruces “no hay mañana” le da una dosis adicional de atractivo a los Play Off.  Nos ponemos alerta por imperio de la situación límite, y eso lleva a que algunos Jugadores, Entrenadores, Equipos disfruten a pleno esas instancias, y a que otros las sufran al punto de no poder hacer pie en ellas para mostrar su mejor cara durante su transcurso.
Prepararse es clave, vaya obviedad, ¿no? Y todos se preparan para los Play Off, el tema es dónde poner el foco de esa preparación, ya que, al tratarse de Equipos y Personas, los manuales de procedimientos no siempre tienen la respuesta adecuada al momento que nos toca vivir. Cuantas veces escuchamos que “todos somos diferentes” o que “cada familia es un mundo”, y los Equipos, precisamente, están integrados por personas, o cuantas veces nos dijeron que los Equipos son una familia. Por lo tanto, antes de empezar a ojear las hojas del Manual o de repetir los patrones de conducta o preparación que usamos la temporada pasada, es recomendable mirar para adentro para observar cual es la realidad que vive nuestro Equipo y el momento que atraviesan nuestros jugadores, para empezar a construir o preparar lo que viene desde una base sólida y real, y no desde “donde nos gustaría estar” o “donde o como deberíamos estar”.
Realidad versus Deseo. Parece sencillo, pero muchas veces caemos en la trampa de pensar o programar desde el “deseo”, o desde el “creo”, en lugar desde la cruda realidad.
En términos sencillos, si el equipo está golpeado o muy cansado desde lo físico, lo recomendable tal vez será darle descanso y cuidados en lugar de acelerar o redoblar esfuerzos en el gimnasio, por lo que de nada sirve lamentarse “porque no llegamos como queríamos o habíamos planeado”, ya que los sentimientos que vienen de la mano de esa sentencia seguramente nos quitaran claridad para planificar lo mejor para este estado del Equipo.
Y esta analogía se puede llevar hacia otros niveles de la vida del Grupo: el factor humano y de interacción, o lo que tiene relación con la táctica, por ejemplo.
Cuando llegan los momentos decisivos, la presión suele incrementarse y a veces cuesta focalizarse en el objetivo o en lo que tenemos que hacer. La cabeza vuela, se distrae, y hay que hacer un esfuerzo mayor para controlarla. Por eso, a veces, sobrecargar de información puede ser perjudicial, ya que si estamos saturados se hace más difícil procesar nuevos contenidos. Pero por el contrario, si los factores de distracción son muchos y diversos, poner al Equipo ante la necesidad de aprender cosas nuevas para lo que se viene, puede servir para cohesionarlo y meter a todos en la misma sintonía.
¿Entonces? Porque parecen situaciones totalmente contrapuestas… Entonces, lo mejor es hacer un diagnostico de cómo está el Equipo, cómo están sus integrantes, para a partir de allí establecer una base sólida y real del estado de situación, ver que clavijas conviene ajustar y cuales no, buscando el proceso de ajuste ideal.
Habrá Equipos que necesitarán entonces poner el Foco en la Motivación, otros en lo táctico para dotar al grupo de seguridad o herramientas, otros en el relax y la distracción para llegar relajados y sobrellevar mejor las presiones, otros apuntarán a lo fisico para buscar subir los niveles desde otro lado, y así de acuerdo a cada caso en particular.
Mirar para adentro y generar herramientas desde la observación profunda, para ser efectivos. En Psicología muchas veces se nos queman los libros, porque la vida cambia y la gente y los estímulos y ambientes cambian a gran velocidad, lo que nos lleva a la necesidad de adaptarnos permanentemente. Bueno, la vida de los Equipos tiene estas cosas, y más aún cuando llegan los Momentos Decisivos. Apostar por el conocimiento y el diagnostico es clave para evitar ajustar tornillos o tuercas que no necesitan ajuste o correr el riesgo de dejar flojas aquellas que si necesitan un toquecito.
Como expresara en un viejo articulo (Red de Contención): “En los momentos difíciles se ven los pingos, reza un viejo refrán que, por cierto, tiene mucho de verdad. En los momentos difíciles aparecen los grandes jugadores, los grandes equipos. Pero no se trata de una formula matemática, porque en las relaciones humanas, siempre hay alguna grieta por donde se nos puede escapar algo, y más de una vez, ese Gran Jugador que debería aparecer no aparece, o ese supuesto Gran Equipo no logra sortear un escollo que a priori no parece tan duro… Las emociones juegan su partido, y aprender a manejarlas no siempre es fácil. El gran desafío es tomar el control de las emociones, para evitar que la sorpresa genere impotencia y nos empuje al precipicio en medio del partido”.

Y a controlar las Emociones… Se aprende. 

sábado, 15 de marzo de 2014

Ya En Librerías

La espera no fue en vano, y "El Psicólogo del Club" está, por fin, en las mejores librerías del País. Podés ir por el o podés pedirlo por internet en www.tematika.com
Luis Scola escribió el prólogo, y como no podía ser de otra manera fue el primero en recibir su ejemplar.
 

 

lunes, 10 de marzo de 2014

Nosotros y Los Miedos

Producto de nuestra naturaleza animal, los seres humanos tenemos miedo, vivimos en el miedo. El impulso más primitivo aparece como por arte de magia ante cualquier amenaza, y nos empuja a refugiarnos en lo conocido, en nuestra zona de confort, como los animales se refugian en su guarida. No nos gusta el cambio, o al menos, en la mayoría de los casos, no mucho, y muchas veces optamos por estar mal a no saber cómo estaríamos si nos jugáramos por un cambio. El miedo frena muchas oportunidades. En la vida, y obviamente en la cancha.
El primer reflejo cuando uno consulta a un deportista por “el miedo” es la respuesta negativa. “Yo no tengo miedo”, responden casi automáticamente, en la mayoría de los casos, empujados por la creencia popular de que aquel que tiene miedo “es un cagón”, “pecho frío” o cosas por el estilo. Y lo cierto es que el miedo es un impulso primitivo que, bien tomado, sirve para ponernos en alerta ante un peligro, y bien saben los deportistas que estar preparados para los peligros que pueda presentarnos la contienda es una de las herramientas primigenias para salir a la cancha preparados. De eso se trata el scouting entre otras cosas, ¿no?
Entonces, ¿por qué ocultar emociones o sensaciones reales, cuando ponerlas sobre la mesa servirá para prepararnos mejor?
Lo único sobre lo que Siempre Tenemos Control es sobre nuestros propios pensamientos y obviamente sobre nuestra propia vida. Por eso es tan importante decidir qué queremos hacer. No podemos dejar que otros o las circunstancias decidan por nosotros. Y cuando no nos preparamos debidamente desde lo emocional, tarde o temprano quedamos a merced de emociones peligrosas como el miedo, que suelen aparecer en el momento que uno menos la necesita (pasaje crucial de un partido por ejemplo) provocándonos por lo general dos tipos de respuesta muy comunes: huida (ansiedad extrema que lleva al apresuramiento en la toma de decisiones) o  parálisis (nos quedamos inertes y dejamos que el juego nos pase por el costado sin comprometernos con el).
Los miedos limitan. Por eso es tan importante reconocerlos, prepararnos para enfrentarlos y atacarlos para tomar el control de la situación.
Solemos escaparle a hacernos preguntas aparentemente existenciales que en verdad no lo son tanto. Si no tuvieras limitaciones, ¿qué te gustaría hacer con tu vida, tu carrera deportiva o el partido que se avecina? Si estuvieras seguro de conseguirlo, ¿qué harías hoy mismo? ¿Qué objetivos te marcarías? ¿Qué es lo que más te gusta hacer? ¿Con qué disfrutas? ¿Qué sabes hacer bien?
Conocerte, es vital para saber con que herramientas contás para encarar lo que se viene, en cualquier situación de la vida. Conociéndote, conoces tus fortalezas y generas herramientas para enfrentar esos miedos que Todos Tenemos. Si actúas con miedo, seguramente vas a fracasar. Actúa como si fuera imposible fracasar y vas a triunfar.

Depende de Vos. De nadie más.

lunes, 10 de febrero de 2014

"Dejalo que se Equivoque"

El Deporte formativo, aunque parezca mentira, es uno de los eslabones más débiles en la cadena en la Argentina y varios países de Latinoamérica. En muchos deportes, desgraciadamente, las inferiores suelen ser una estación de paso hacia las categorías superiores, motivo por el cual, muchas veces nos encontramos con entrenadores muy jóvenes y a veces carentes de formación para enfrentar determinado tipo de grupos o situaciones, o bien DTs que no tienen real vocación para trabajar con chicos o jóvenes, y que solo están al frente de un equipo de “Formativas” esperando que los resultados obtenidos le sirvan de trampolín hacia niveles superiores.
Las Divisiones Inferiores no siempre están bien pagas, y muchas veces se usan (en los deportes no profesionales sobre todo) para retener a un jugador importante a cambio de una remuneración encubierta. Son, nos guste o no, las leyes del juego ante la ausencia de presupuesto o estructuras más fuertes, y como siempre, son los chicos quienes terminan pagando los platos rotos, ya que son ellos los que tienen que lidiar con las carencias de sus formadores.
La frase es del libro de un afamado colega (Daniel Goleman) y refiere a la educación de los niños, pero siempre digo que la relación Entrenador - Jugador tiene muchos puntos de contacto con la relación Padre - Hijo, sobre todo en los aspectos comunicacionales, de allí que me parezca útil reflexionar sobre ella:
"La sobreprotección, parece alentar el temor privando a los más jóvenes de la oportunidad de aprender a superar sus miedos, mientras que, en cambio, la filosofía de «aprender a adaptarse» parece contribuir a que los niños más temerosos desarrollen su valor"
Muchos Entrenadores, por diferentes motivos, suelen sobreproteger con ordenes constantes a sus dirigidos (sobre todo en edades formativas), al punto de generar en los chicos una dependencia o una obligación de responder automáticamente, y eso, en cierta forma atenta contra la capacidad de desarrollo del jugador, ya que al tener coartada la facultad de tomar decisiones por esta conducta de su DT, puede sufrir un retraso madurativo en este apartado (la toma de decisiones). Si el error desata un drama, se hará muy difícil para el jugador tomar conductas de riesgo, soltarse, crear, aprender de su propio error.

Asi como los Padres tienen directa responsabilidad en la educación emocional de sus hijos, los Profesores o Entrenadores también la tienen en la educación emocional de sus pequeños jugadores, que en muchos casos suelen llegar a sus manos en edades tempranas. De allí la importancia de formar a los formadores para encarar semejante tarea. Muchos Entrenadores ponen el foco de su aprendizaje en saber de su deporte, y en realidad, sobre todo en esas etapas, aprender a manejar personas es tan o mas importante.

miércoles, 5 de febrero de 2014

Según Como lo Mires...

¿Cuántas veces escuchamos refranes, atribuidos a la “sabiduría popular”, y terminamos no prestándoles la debida atención o, en su defecto, pensando que son cosa de otro tiempo? El refranero está lleno de frases célebres que, porque suenan antiguas, graciosas o sencillamente porque no nos detenemos a pensar qué nos quieren decir, terminan desechadas en nuestra imaginaria Papelera de Reciclaje.
En Argentina, por ejemplo, dichos camperos como “no por mucho madrugar se amanece más temprano”, o el conocidísimo “a mal tiempo buena cara”. La lista podría extenderse varias líneas más, y ni hablar si le agregamos dichos de países vecinos o de otras partes del mundo. Invariablemente, esos dichos intentan mostrar que la vida puede ser mucho más simple de lo que nos suele parecer a nosotros, sobre todo en los momentos de tensión.
¿Cuántas veces te han dicho “la vida es según el cristal con que la mires”? Relacionado con esto, a mi me gusta esa que dice que “la vida es 10 por ciento lo que nos sucede, y el otro 90 por ciento es como interpretamos eso que está sucediendo”, o algo así. Y ambas aluden a situaciones similares que tienen directa relación con nuestra manera de enfocar las cosas. Podemos enfocar en positivo o en negativo, y la elección de cómo lo hacemos depende exclusivamente de nosotros. En cierta forma, se trata de elegir a que le prestamos atención, y está comprobado que el cerebro es incapaz de prestar atención a dos estímulos al mismo tiempo, puede saltar de uno a otro, pero nunca encadenar y atender los dos al mismo tiempo.
Vivimos saturados de información y estímulos: computadoras, teléfonos inteligentes, mails, redes sociales, pero atendemos solo aquello en lo que ponemos el foco, aquello en lo que ponemos nuestra atención. A mis pacientes siempre les cuento la historia del auto verde, en la que les confieso que compré un auto de ese color convenido que era muy original, hasta que una vez que salí del concesionario con mi flamante adquisición, empecé a ver autos verdes iguales al mío en todas las esquinas. ¿Magia? ¿Casualidad? No, sencillamente, hasta ese momento no los veía, o no les prestaba atención, y vaya si había (y hay) autos verdes como ese. Por eso decimos que la atención es selectiva. Nos llegan cientos de estímulos, pero nosotros decidimos a que le prestamos atención.
Con los estados de ánimo (alegría, tristeza, miedo, ansiedad) pasa algo parecido, porque están relacionados directamente con la manera que tenemos de contemplar y valorar el entorno. Hay gente que, ante una situación determinada, inconscientemente reconoce primero el costado negativo de eso que le toca vivir, lo cual en cierta forma termina condicionándola negativamente o provocándole sensaciones negativas que, en muchos casos, no le dejan ver el costado positivo de dicha situación.
Por eso es tan importante entrenar la capacidad de ver el “Lado Positivo” de las cosas que nos pasan, ya que así como lo negativo nos pone mal, las cosas lindas y positivas de la vida nos generan sensaciones agradables que nos predisponen bien. Las personas felices suelen tener puesto su foco en lo positivo, en lo que suma, y suelen estar predispuestos para que las cosas les salgan bien. Alguna vez bautizaron a Martín Palermo como “optimista del gol”, y esa cualidad de optimista o de salir a la cancha esperando romperla o ganar es clave en el deporte para conseguir resultados positivos.
La mirada positiva es la que te permite disfrutar de los pequeños detalles de la vida (una sonrisa, un gesto de amor, cariño o solidaridad, un halago, tomar algo con un amigo, mirar una película o un partido en tu sillón favorito, prepararse unos ricos mates, etc.); y en el deporte pasa lo mismo. Los pequeños detalles son vitales, sobre todo en esta época en la que el individualismo atenta contra el armado de los grupos y contra la capacidad de lectura de juego de muchos deportistas, que terminan anteponiendo su actuación personal (su gol, sus puntos) a otro tipo de situaciones. La suma de acciones positivas termina haciendo grandes deportistas y grandes equipos, y aprender a disfrutarlas contribuye enormemente a la construcción de ese estado de felicidad que potencia al jugador.
Los grandes acontecimientos se dan cada tanto, y hay quienes se pasan la vida esperándolos, y lo peor es que sufren durante el camino. Disfrutar ese camino o proceso es lo que permite potenciar capacidades y talentos; crecer y, sobre todo, tener mayores chances de jugar bien. En definitiva, si tu mira apunta solo a disfrutar a festejar los hitos o grandes acontecimientos, el camino pasará desapercibido, cuando en realidad, celebrar y disfrutar los pequeños acontecimientos de cada día opera como retroalimentación positiva. Y siempre es mejor salir a la ruta con el tanque lleno de combustible, ¿no?

¿Cuál es tu manera de mirar la vida o los acontecimientos que te toca vivir? ¿Enfocás primero el Lado Positivo o el Lado Negativo? Conocerse  es el primer paso para conseguir cambios. Qué nada ni nadie te impida salir a la cancha con optimismo y ganas de disfrutar de lo que hacés.