Los Play Off
tienen ese atractivo que los hace especiales. Si bien el sistema de competencia
suele estar pensado para que siempre se juegue por algo, el hecho de saber que
en los cruces “no hay mañana” le da una dosis adicional de atractivo a los Play
Off. Nos ponemos alerta por imperio de
la situación límite, y eso lleva a que algunos Jugadores, Entrenadores, Equipos
disfruten a pleno esas instancias, y a que otros las sufran al punto de no
poder hacer pie en ellas para mostrar su mejor cara durante su transcurso.
Prepararse
es clave, vaya obviedad, ¿no? Y todos se preparan para los Play Off, el tema es
dónde poner el foco de esa preparación, ya que, al tratarse de Equipos y
Personas, los manuales de procedimientos no siempre tienen la respuesta
adecuada al momento que nos toca vivir. Cuantas veces escuchamos que “todos
somos diferentes” o que “cada familia es un mundo”, y los Equipos,
precisamente, están integrados por personas, o cuantas veces nos dijeron que
los Equipos son una familia. Por lo tanto, antes de empezar a ojear las hojas
del Manual o de repetir los patrones de conducta o preparación que usamos la
temporada pasada, es recomendable mirar para adentro para observar cual es la
realidad que vive nuestro Equipo y el momento que atraviesan nuestros
jugadores, para empezar a construir o preparar lo que viene desde una base sólida
y real, y no desde “donde nos gustaría estar” o “donde o como deberíamos
estar”.
Realidad
versus Deseo. Parece sencillo, pero muchas veces caemos en la trampa de pensar
o programar desde el “deseo”, o desde el “creo”, en lugar desde la cruda
realidad.
En términos
sencillos, si el equipo está golpeado o muy cansado desde lo físico, lo
recomendable tal vez será darle descanso y cuidados en lugar de acelerar o
redoblar esfuerzos en el gimnasio, por lo que de nada sirve lamentarse “porque
no llegamos como queríamos o habíamos planeado”, ya que los sentimientos que
vienen de la mano de esa sentencia seguramente nos quitaran claridad para
planificar lo mejor para este estado del Equipo.
Y esta analogía
se puede llevar hacia otros niveles de la vida del Grupo: el factor humano y de
interacción, o lo que tiene relación con la táctica, por ejemplo.
Cuando
llegan los momentos decisivos, la presión suele incrementarse y a veces cuesta
focalizarse en el objetivo o en lo que tenemos que hacer. La cabeza vuela, se
distrae, y hay que hacer un esfuerzo mayor para controlarla. Por eso, a veces, sobrecargar
de información puede ser perjudicial, ya que si estamos saturados se hace más
difícil procesar nuevos contenidos. Pero por el contrario, si los factores de
distracción son muchos y diversos, poner al Equipo ante la necesidad de
aprender cosas nuevas para lo que se viene, puede servir para cohesionarlo y
meter a todos en la misma sintonía.
¿Entonces?
Porque parecen situaciones totalmente contrapuestas… Entonces, lo mejor es
hacer un diagnostico de cómo está el Equipo, cómo están sus integrantes, para a
partir de allí establecer una base sólida y real del estado de situación, ver
que clavijas conviene ajustar y cuales no, buscando el proceso de ajuste ideal.
Habrá
Equipos que necesitarán entonces poner el Foco en la Motivación, otros en lo
táctico para dotar al grupo de seguridad o herramientas, otros en el relax y la
distracción para llegar relajados y sobrellevar mejor las presiones, otros apuntarán
a lo fisico para buscar subir los niveles desde otro lado, y así de acuerdo a
cada caso en particular.
Mirar para
adentro y generar herramientas desde la observación profunda, para ser
efectivos. En Psicología muchas veces se nos queman los libros, porque la vida
cambia y la gente y los estímulos y ambientes cambian a gran velocidad, lo que
nos lleva a la necesidad de adaptarnos permanentemente. Bueno, la vida de los
Equipos tiene estas cosas, y más aún cuando llegan los Momentos Decisivos.
Apostar por el conocimiento y el diagnostico es clave para evitar ajustar
tornillos o tuercas que no necesitan ajuste o correr el riesgo de dejar flojas
aquellas que si necesitan un toquecito.
Como
expresara en un viejo articulo (Red de Contención): “En los momentos difíciles se ven los pingos, reza un viejo refrán que,
por cierto, tiene mucho de verdad. En los momentos difíciles aparecen los
grandes jugadores, los grandes equipos. Pero no se trata de una formula
matemática, porque en las relaciones humanas, siempre hay alguna grieta por
donde se nos puede escapar algo, y más de una vez, ese Gran Jugador que debería
aparecer no aparece, o ese supuesto Gran Equipo no logra sortear un escollo que
a priori no parece tan duro… Las emociones juegan su partido, y aprender a
manejarlas no siempre es fácil. El gran desafío es tomar el control de las
emociones, para evitar que la sorpresa genere impotencia y nos empuje al
precipicio en medio del partido”.
Y a
controlar las Emociones… Se aprende.
No hay comentarios:
Publicar un comentario