domingo, 19 de mayo de 2013

Ganadores y Perdedores

Ser o sentirse Ganador o Perdedor es una actitud. Todos podemos serlo en cualquier orden de la vida, y muchas veces lo que nos separa de ello es solamente proponérnoslo. Pero una vez que uno toma la opción y se lo propone, hay que poner la cabeza fría para elegir camino y método para convertirnos en eso que deseamos.
¿Cuáles son las diferencias sustanciales entre ser o sentirse Ganador o Perdedor?
 
GANADOR VS PERDEDOR

Cuando un ganador comete un error, dice: "Me equivoqué" y aprende la lección. Cuando un perdedor comete un error, dice: "No fué mi culpa" y se la echa a otros.

Un ganador sabe que la adversidad es el mejor de los maestros.
Un perdedor se siente víctima ante la adversidad.

Un ganador sabe que el resultado de las cosas depende de él.
Un perdedor cree que la mala suerte sí existe.

Un ganador trabaja muy fuerte y genera mas tiempo para sí mismo.
Un perdedor esta siempre "muy ocupado" y no tiene tiempo ni para los suyos.

Un ganador enfrenta los retos uno a uno.
Un perdedor les da vueltas y no se atreve a intentarlo.

Un ganador se compromete, da su palabra y la cumple.
Un perdedor hace promesas, no asegura nada y cuando falla solo se justifica.

Un ganador dice: "Soy bueno, pero voy a ser mejor". Un perdedor dice: "No soy tan malo como lo es mucha otra gente".

Un ganador escucha, comprende y responde.
Un perdedor solo piensa en lo que va a decir.

Un ganador respeta a aquellos que saben más que él y trata de aprender algo de ellos.
Un perdedor resiste a aquellos que saben mas que él y solo se fija en sus defectos.

Un ganador se siente responsable por algo mas que solamente su trabajo.
Un perdedor no se compromete y siempre dice, "Solo hago mi trabajo"

Un ganador dice, "Debe haber una mejor forma de hacerlo..."
Un perdedor dice, "Esta es la manera como siempre lo hemos hecho".

Un ganador es parte de la solución.
Un perdedor es parte del problema.

Un ganador se fija en "como se ve la pared en su totalidad".
Un perdedor se fija "en el ladrillo que le toca colocar".
 
El texto no es mio, pero me gustó y reseña principios básicos para eso de sentirse de una u otra forma. Elegi vos y trabajá mucho. Asi es como los grandes se convirtieron en Ganadores.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Gracias Mario

Los Psicólogos luchamos a diario para terminar de ser reconocidos dentro de los Equipos de Trabajo de los Equipos Deportivos. "¿Psicólogo? ¿Para qué? No hay presupuesto", suelen decir en los clubes cuando se les plantea la necesidad. En los últimos tiempos tuve la oportunidad de trabajar en varios clubes (Obras Sanitarias, Hispano Americano de Rio Gallegos, Velez Sarsfield, San Martin de Corrientes, Quilmes de Mar del Plata, y años atras en Ferro Carril Oeste y SAGVB entre otros), pero lo cierto es que más allá las posibilidades que pueda haber tenido, cuesta, y mucho insertarse, porque esa preguntita cierra muchas puertas.
"¿Psicólogo? ¿Para qué?" Es la gran pregunta, y la respuesta yo la recojo a diario cuando tengo la oportunidad de trabajar con jugadores y entrenadores. No son respuestas publicables, porque se trata de gestos sencillos, de esos que más se aprecian, más allá de que el ver respuesta positiva al trabajo de parte de los protagonistas ya es de por si una respuesta alentadora.
Estas palabras pertenecen a uno de los tantos jugadores con los que me tocó trabajar, Mario Sepúlveda, con quien tuve la suerte de trabajar en Quilmes de Mar del Plata, y ahora en Hispano Americano de Río Gallegos:
"Siempre escribiendo sobre cosas tan precisas de lo cotidiano de un equipo, entrenador, jugador, los padres. En fin... ¿Por qué cuesta tanto creer en la utilidad del psicólogo deportivos entonces? Cuando se tiene algún problema fisico se acude al traumatólogo o al kinesiologo, pero... ¿Y si el problema es anímico, angustia, pérdida de la confianza, dudas? ¿A quien le consultamos? ¿Por qué no tener a mano una de las herramientas más importantes para poder estar a pleno desde lo fisico y mental? Hoy soy uno de los jugadores más afortunados de nuestro básquetbol. Tengo un récord de 5 ascensos consecutivos del Torneo Nacional de Ascenso (TNA) a la Liga Nacional A y les puedo asegurar que de haber tenido la posibilidad de tener al psicólogo en el club podría haber facilitado muchas cosas a la hora de bajar ansiedades, romper con las presiones y demás que aparecen a la hora de pelear cosas importantes. Trabajamos  juntos con Germán en mi último ascenso con el Club Quilmes de Mar del Plata y la experiencia fue sumamente positiva y muy recomendable para trabajos específicos. Simplemente quería darles mi opinión y compartir mis experiencias con aquellos que trabajamos diariamente para pulir nuestras debilidades y fortalecer nuestras virtudes. Espero les guste lo narrado. Saludos. Mario Sepúlveda".

domingo, 5 de mayo de 2013

Audio Nota Pickandroll Radio

Para los que les prefieren escuchar a leer, van 30 minutos de charla con Pablo Tosal en Pickandroll Radio. Psicología, Deportes y obviamente mucho basquet en una nota distendida y rica en contenidos y ejemplos.

Este es el link para escucharla: 
http://youtu.be/iX6Ko5lOzRI


miércoles, 1 de mayo de 2013

Duda Letal

La Duda es una de las principales razones por las cuales suele fallar un sistema táctico.
“Con ese sistema nos van a lastimar mucho. Es imposible defenderlos así”, le confiesa un compañero a otro en el vestuario luego de la practica en la cual el entrenador bajó las consideraciones tácticas para el partido que se viene.
Muchas veces, esa “confesión” llega después de un entrenamiento en cuyo transcurso se trabajó el sistema en cuestión sin mayores complicaciones. El jugador lo llevó a cabo, cumplió y el entrenador se fue conforme, pero esa pizca de duda sigue trabajando en el deportista, y a la hora de la verdad esa puede ser la razón principal para que el sistema fracase tempranamente.
Lo curioso es que, en la mayoría de los casos, todos ponen lo mejor de si en pos de alcanzar el objetivo común: ganar el partido, pero una falla comunicacional puede terminar derrumbándolo todo como si fuera una castillo de naipes.
¿Falla Comunicacional? Si, claro. Y de ambos lados. Arrancamos por el Entrenador, ya que si el jugador duda, esa sensación generalmente tiene su raíz en que la explicación o las razones respecto al cuestionado sistema táctico no deben haber sido del todo claras. O no fue claro el por qué usarlo, o no fue del todo precisa la explicación o la ejercitación del cómo utilizarlo. Y eso se da muchas veces porque el Entrenador comete el error de explicar sin reparar lo suficiente en la devolución del jugador, lo que provoca que aquel que debe ejecutar lo haga automáticamente, sin la convicción que viene de la mano de haber asimilado el concepto como propio. A veces, una pregunta (“¿se entiende?”, “¿alguna duda/sugerencia/ aporte?”) o sencillamente mirar las caras, es de gran ayuda. Si el Entrenador no convence, el Jugador no se convence (no es un juego de palabras) y el sistema no se practica con la convicción que lo acerque al éxito.
Del otro lado, el Jugador, suele optar por la obediencia y el silencio, a riesgo de caer en una actitud que lo lleva a practicar o trabajar la jugada/sistema o lo que fuere, sin la convicción ni el compromiso necesarios para aprender y sacarle el jugo a lo que el entrenador está proponiendo. Lo hace con respeto y con sus mejores intenciones, pero sin jugarse entero en el proceso de asimilación y aprendizaje. Entrena bien, pero intelectualmente, en lo profundo, sigue dudando, y la duda lo lleva a poner el foco en las debilidades, temores y preocupaciones que le provoca el famoso sistema o jugada, en lugar de en las fortalezas que pudiera presentar y que, seguramente, llevaron la DT a querer utilizarlo. El Jugador cuestiona en la intimidad, en la practica entrena, pero calla, y la duda sigue dentro suyo y lo lleva a cuestionar y a, sin quererlo, potenciar desde su estado la debilidad del sistema que plantea su entrenador.
La ecuación es simple: cuando uno cuestiona, duda, y cuando duda, inevitablemente se va de Foco y su capacidad y entrega para hacer las cosas bien disminuye considerablemente.
Cuando se le muestra esta ecuación al Jugador, este suele defenderse alegando que no se anima a exponerle su postura al DT por temor a ser descalificado o a que el entrenador se enoje. Comparte la duda con algún compañero, con quien tal vez potencien el virus de la desconfianza, debilitando aún más las chances de que las cosas salgan bien.
Si el DT no abre las puertas de la Comunicación el panorama interno del grupo siempre se vuelve más endeble y propenso a este tipo de situaciones. Pero volviendo al Jugador, que en definitiva es el actor principal de esta historia.
Las soluciones también pasan por apostar a la Comunicación. Si no entendés, preguntá. No para cuestionar, sino para sacarte todas las dudas. Tal vez, transmitiendo con respeto tus dudas, puedas hacer un aporte interesante para todos. Y si las dudas persisten, en lugar de mirar las debilidades del sistema, pone el foco en sus fortalezas y hacé todo lo posible por hacerlo funcionar. Si lo hacés, es muy probable que algún compañero te siga y la cosa funcione. Y si la cosa no camina, el entrenador seguramente valorará tu entrega y se pondrá a buscar soluciones desde una postura positiva, en lugar de meterse a luchar con el jugador que “no está dando todo para que las cosas salgan bien”. Pero ese ya es otro tema…