martes, 23 de septiembre de 2014

El Fenómeno Barcelona

Siempre es bueno reflexionar sobre los paradigmas exitosos, y en lo que respecta a la formación de jugadores el Barcelona es, hoy por hoy, uno de los ejemplos a seguir en el deporte de estos tiempos. ¿Cuál es el secreto? Sin lugar a dudas no hay uno solo, sino una conjunción de varios, y entre ellos se encuentra el factor humano, el costado psicológico, tan menospreciado desgraciadamente en la mayoría de las estructuras del deporte argentino.
De visita en Argentina, Irma Puig, psicóloga y responsable de Relaciones Humanas Deportivas en Barcelona, dejó algunos conceptos que nos permiten visualizar algunas de las razones del “fenómeno culé”, a partir de las cuales surgen las inevitables comparaciones y reflexiones acerca de la realidad del deporte de estas latitudes…
“Cuidar a sus jugadores como si fueran niños: ¿Será una de las claves del éxito de Barcelona?”, titula el periodista Germán Leza en una nota publicada por  @canchallena con Irma Puig, quien pasó por Buenos Aires para disertar sobre el trabajo en equipo.
Entre otras tareas, Puig fue responsable en el apoyo psicológico a los chicos que desembarcaban en La Masía, y quizás, las siguientes claves ayuden a entender un poco más, el éxito de Barcelona en lo que respecta a la formación de jugadores.

Cuidar a los otros como a un recién nacido. "¿Cuál es el cometido de un psicólogo en un club de fútbol? Mi trabajo es cuidar… La palabra cuidar es muy importante. Es la mejor inversión que puede hacerse", dice la experimentada psicóloga, poniendo enfasis en su idea central: "Qué mal nos sentimos cuando nadie nos escucha, ¿no?".

El corporativismo inconsciente. Para Puig, existe "un corporativismo inconsciente colectivo" entre los humanos. Y cita una investigación del ejército de Estados Unidos, en donde comprobaron que si los soldados notaban que a los heridos vivos se los cuidaba, ellos estarían dispuestos a arriesgar más en el campo de batalla. Vuelca al deporte su ejemplo: "A un jugador se le renueva el contrato a pesar de estar lesionado. No es lógico desde lo financiero pero si sus pares ven eso, se arriesgarán más jugando porque saben que si les paso algo los van cuidar, y eso ayuda a que den más de sí mismo. Esta necesidad de sentirse cuidado está desde que nacemos. Siempre en la vida necesitamos del otro".

El peligro del éxito. Pero cómo lidiar con el éxito ¿Es más difícil que hacerlo con el fracaso? Barcelona ganó todo en los últimos años. Para muchos, en la era Guardiola-Vilanova, se convirtió en el mejor equipo de todos los tiempos. Esa fue la herencia que tuvo el Tata Martino. En pleno Mundial, el rosarino fue implacable en su análisis: "Este es el planteo que yo me hacía: estos chicos ganaban siempre y aparezco yo y dejan de ganar". Puig entiende que el éxito "es peligroso porque tiene un efecto anestésico". Y cita una frase de Carl Jung: "Cuando alguien me viene a contar un éxito. Decía espero que este éxito no te haya dañado demasiado; hay que estar preparado".

"Sólo podemos ver lo que somos capaces de entender". En el manejo de grupos, Puig destaca que es importante saber lo que le pasa a todos, y que "comprender es permitirse anticiparse", por ejemplo, a posibles conflictos. “Hay entrenadores que preparan un partido y hay entrenadores que preparan a sus jugadores para un partido”.

La realidad argentina, dice que en un altísimo porcentaje, el Factor Humano en los clubes está en manos de entrenadores y profesores, quienes, con sus limitaciones de tiempo o conocimientos, toman a su cargo la tarea que, en el Barcelona, pilotea un psicólogo. En algunos clubes se está instalando la figura del psicólogo para las divisiones inferiores, buscando darle contención fundamentalmente a los chicos que sufren desarraigo familiar o a aquellos que vienen de hogares conflictivos. Pero ello recluye al psicólogo al trabajo individual con algunos deportistas, lo que lo pone obviamente muy lejos del formato interdisciplinario que propone el Barca, donde Puig forma parte de un equipo de trabajo que piensa y encara la tarea de formación en conjunto.

El porcentaje de participación de psicólogos en los Cuerpos Técnicos de equipos profesionales se reduce considerablemente respecto a los “psicólogos de cantera” en nuestro país. En parte por desconocimiento de qué nos puede aportar este profesional en la estructura, pero también por la mentada falta de presupuesto, y aquí chocamos con un problema estructural importante, que nos lleva a preguntarnos por qué se le da tan poco valor al “Equipo que está detrás del Equipo”. Gastamos una fortuna en jugadores, pero luego esos jugadores merman en su rendimiento por falta de apoyo o contención humana o estructural, y el dinero invertido se va por la cañería. El formato de “el Entrenador que todo lo puede” es antiguo y sobrecarga de responsabilidad y tareas a un profesional (el DT) que luego, producto de esa sobrecarga, termina con deudas internas de rendimiento al no alcanzar los objetivos. Los Cuerpos Técnicos de la NBA, el deporte universitario estadounidense o de algunos de los grandes equipos de Europa marcan el rumbo hacia nuevos horizontes…

martes, 9 de septiembre de 2014

Recalculando

El fútbol, en Argentina, tiene una dinámica muy especial. Vivimos con el diario del lunes en la mano y lo que ayer era una preocupación hoy puede tener un desenlace tragico, del mismo modo que el logro de ayer muchas veces queda sepultado por la falta de tiempo para festejar y los nuevos compromisos.
Boca y San Lorenzo, en las ultimas fechas, mostraron algo de esto. Boca, afectado por el sindrome de “escoba nueva barre bien”, y San Lorenzo por el lógico bajón que viene después de alcanzar un logro de los grandes.
Los dirigentes de Boca decieron patear el tablero echando a Bianchi en medio de la semana, y casi sin tiempo para nada le pasaron la posta al Vasco Arruabarrena, un viejo conocido del club. El DT aceptò el desafio y su equipo, con apenas dos entrenamientos, le quitó el invicto a Velez, pero Arruabarrena no se subió al pedestal, y con los pies sobre la tierra declaró: "En dos entrenamientos no podés hacer mucho ni cambiar la cabeza. La actitud, intensidad y compromiso que tuvieron es mérito exclusivo de los jugadores. Los chicos supieron revertir la situación con buen juego y eso no se logra en dos entrenamientos".
Y si… ¿O no?
Humilde y realista el Vasco, sabe que eso de “escoba nueva barre bien” tiene límites, pero también debe tener claro que también es cierto que en el deporte y en la vida de los grupos tiene algo de asidero.
Si me dan a elegir, yo prefiero poner el foco de observación en un tema clave: el Clima de Trabajo.
Es que el Clima de Trabajo es decisivo para la vida de los Grupos y Equipos. Muchos líderes no le dan toda la atención que el tema merece, y lo cierto es que cuando el Clima se enrarece, la capacidad de Foco y Motivación caen y eso  pone en riesgo las posibilidades de tener buenos rendimientos individuales y colectivos. Y ahí, tal vez, podemos encontrar algún punto de contacto con aquello de "escoba nueva barre bien". A veces no es el cambio de Líder, sino el que se produce en la intimidad del grupo respecto a sus propias expectativas y ganas, que en muchos casos se potencian con el cambio de entrenador.
El folclore popular suele hablar de “le hicieron la cama”, al ver que un equipo que venía jugando mal, fundamentalmente sin actitud, en un par de prácticas y de un partido para otro luce transformado, como le pasó este fin de semana a Boca, por ejemplo. Pero lo cierto es que hay varias razones que van en contra del “hacer la cama” que tanto se escucha cuando pasan estas cosas.  Y podemos detenernos en conocidísimos conceptos como “el jugador es lo mas noble que tiene el deporte”, “a nadie le gusta perder” o, sin ir mas lejos, pensar en lo difícil que puede resultar montar una confabulación en planteles integrados por tantos jugadores con apetencias y realidades distintas.
¿Por qué no buscar una razón más sana y fácil de comprender como darle valor al “Clima de Trabajo”?
El Buen Clima, por  otra parte, favorece las relaciones, la comunicación entre los integrantes del grupo y, sobre todo, el Compromiso de los integrantes del Grupo con los intereses del Equipo.
¿Y San Lorenzo? ¿Qué pasa en el Bajo Flores entonces? Porque ahí, después de ganar la copa, lo que sobra es buen clima… Si, cierto, pero en este caso hay que poner la mira en algo lógico y absolutamente esperable: el bajón que viene con la relajación que llega después del gran logro. Cuando uno sube a la cima de una montaña, lo primero que quiere es disfrutar lo alcanzado, y lo que necesita es descansar para reponer fuerza. Bueno, nada de esto ha podido hacer la gente de Bauza, porque en horas nomás les pidieron que pongan la cabeza en el torneo local, y asi les va pobres.
Después de un gran logro o de un gran esfuerzo, es vital recuperar las energías, porque la cabeza no puede trabajar de la misma manera que antes. Lo ideal es el descanso, luego de la obra consumada, pero en el fútbol argentino no hay tiempo para relajarse, ya que inmediatamente hay que volver a empezar. Entonces, el problema principal pasa por volver a recuperar el apetito, el hambre de gloria en las cosas mundanas, las de todos los días. Volver a disfrutar de lo cotidiano, de salir a ganar los domingos, y, la pucha si es difícil, ¿no?
Lo peor en estos casos es seguir tirando de la misma cuerda. Porque cuando alcanzás el pico de la motivación mental y física, la caída es inevitable. Te relajas, baja el nivel, bajan las defensas, aparecen las lesiones y cuesta concentrarse. Es el momento de parar la pelota y buscar otras metas. Es el momento de tener paciencia. La pregunta es: ¿Se puede? 

viernes, 5 de septiembre de 2014

¿Cómo Tenés la Flechita?

En la play es muy fácil: elegis el jugador y te fijás si tiene la flechita para abajo o para arriba. Antes de empezar a jugar ya sabes como va a responder la figura de tu Equipo. Si va a jugar bien, los encarás a todos y la tirás o pateás de todos lados, según el juego. Si va a jugar mal, pero es bueno, lo dejás en cancha pero no lo exigís tanto. Facil, ¿no?
El tema es cuando en lugar de a la play, sos vos y no el muñequito el que está jugando. Te toca salir a la cancha a jugar por los puntos y no hay una pantalla en la cual fijarse como tenés la flechita. Menudo problema, ¿no?
Muchos deportistas, jóvenes y de alto rendimiento también, suelen dar ventaja precisamente por esto de no tener acabada conciencia de cómo se levantaron o en que condiciones están para el partido que se viene. A veces fallan la introspección o el autoconocimiento (no conocemos realmente que nos pone bien, que mal, como enfocarnos o como ponernos en eje para rendir a pleno); otras lo que falta es el escaneo final para saber "cómo vengo hoy", para chequear si estoy por encima o por debajo de la que sería mi linea de rendimiento ideal. Si estas por encima, habrá que bajar para no pasarte de revoluciones, mientras que de estar por debajo, la consigna será agitar las brasas internas para avivar el fuego. Asi escrito parece fácil, y la verdad es que trabajandolo, lo es.
¿Cómo hacés vos para saber en que estado estás? Meterse para adentro no siempre es fácil. Pero podés aprender a hacerlo con alguna de estas dos herramientas:

COACHING PSICOLOGICO PERSONALIZADO PARA DEPORTISTAS
Porque a veces nos hace falta descargarnos para poder reenfocar y ver las cosas como son y no necesariamente como las estamos sintiendo.
http://elpsicologodelclub.blogspot.com.ar/2013/10/coaching-psicologico-para-jugadores.html

CLINICA INTENSIVA PARA DEPORTISTAS. Para Trabajar Individualmente para conocer que hay dentro tuyo y generar mecanismos de control y encendido en 6 sesiones.
http://elpsicologodelclub.blogspot.com.ar/2014/06/clinica-para-deportistas.html


¿Por qué seguir dando ventajas? ¿Cómo está tu flechita hoy?

martes, 2 de septiembre de 2014

¿Bueno o Excepcional?

Lei la frase en una página amiga y la adopté, porque es lo que siento, y mucho más aún llevado al deporte: “Lo que distingue un buen terapeuta de uno excepcional, es que éste no sólo cura las heridas si no que además ayuda a las personas a desarrollar sus fortalezas.”
Aunque en realidad no se trata de ser bueno o excepcional, sino de trabajar para el cliente / paciente, y ayudarlo a desarrollarse para que las debilidades no ganen la partida.
Siempre digo que “problemas y trabas tenemos todos”, el secreto es reconocerlas y a partir de allí encarar un plan de acción que nos permita superarlas o lidiar con ellas sin que nos afecten en nuestro desenvolvimiento cotidiano, lo que llevado al deporte suele darse a la hora de entrenar o jugar.
Dice un viejo refrán que “más vale prevenir que curar”, pero en Psicología la creencia o los patrones están establecidos muchas veces de manera opuesta: acudimos al psicólogo cuando tenemos algo que nos dificulta o impide salir adelante. Lo llamamos cuando la estamos pasando mal, cuando el equipo está en pendiente descendente. Y mi reflexión de siempre es: Si se puede trabajar desde la crisis para salir del pozo, obviamente se puede hacer lo mismo para aprender mecanismos que nos permitan no caer en el pozo. Suena lógico, ¿no?
El tema es luchar contra el preconcepto de “voy cuando estoy mal”, pero también con la comodidad que nos lleva a mantener todo como está mientras las cosas están saliendo más o menos bien. Y aquí otra reflexión para mi importante: Las cosas pueden estar bien, pero hay dos situaciones que marcan la diferencia entre los comunes y los que yo llamo “Fuera de Serie”, y es que, por un lado, estos últimos suelen trabajar para prevenir las curvas o baches que se presentan en el camino; y por el otro, los “Fuera de Serie” no suelen conformarse con rendir bien, quieren lo extraordinario… Y Trabajan para alcanzarlo.
Digo siempre que “La Cabeza Se Trabaja”, y los distintos, esos que llegan a niveles superiores, de una manera u otra lo hacen, ya que no permiten que un tropiezo los saque de la ruta. A veces será con un psicólogo o un coach, otra será apoyándose en gente constructiva de su entorno, pero lo que no hacen es dejarse estar.
Los problemas se afrontan, pero se puede prevenir para evitarlos o trabajar para estar fuerte en el momento que se presenten, para que la sorpresa no nos juegue en contra y nos desestabilice. Tener la Cabeza Clara para tomar decisiones es un valor demasiado preciado, pero no todos saben que tener la Cabeza Clara es más fácil, si se aprende a manejarla para que juegue en el sentido que a uno le conviene.
El deporte tiene miles de mitos y verdades folclóricas que la mayoría de las veces solo sirven para contaminar el proceso de desarrollo. Nos basamos muchas veces en esas situaciones o verdades de otros, y entonces si fallamos el primer tiro o pase, pensamos que vamos a jugar mal, desestimando que trabajamos toda una semana tal vez para llegar bien a ese partido. Una pelota que no entra o llega a destino nos condiciona, y ni hablar si enfocamos hacia los “cabuleros”, que creen fielmente que una prenda o un gesto propio o de otros puede ser decisivo para el resultado final del encuentro. Y como estas, miles de esas verdades sin fundamento real.
Si, como dicen, la verdad está en el terreno de juego, y todos se preparan para dar lo mejor allí, ¿por qué darle tanto valor a cosas o situaciones de este tipo? Muchas veces, le damos ese valor por falta de una preparación real, personal, que lleve a la persona, al deportista, a conocerse para creer en su trabajo y su talento lo suficiente, para que este se imponga a las situaciones fortuitas o mágicas que suelen venir del entorno. ¿O nunca escucharon a aquellos que dicen que “el DT no les dio confianza”? Cuando la confianza, primero, viene de tu interior.

Trabajar la Cabeza… Una frase que encierra muchas de las cosas que pasan en el Consultorio. Trabajar para Prevenir. Trabajar para Potenciarte. No son solo palabras. Si realmente querés dar lo mejor de vos, si querés ser un “Fuera de Serie”… Trabajala.

lunes, 1 de septiembre de 2014

Nota en Psicopedia - Cosas de Parejas

comunicar en pareja
Publicado el agosto 31st, 2014 | por German Diorio
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Cosas de parejas: Comunicar

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En tiempos en los cuales la comunicación parece gobernarlo todo, increíblemente, las parejas sufren la por falta de este preciado bien.
Si, no es un juego de palabras. Nos sobran medios para comunicarnos: sms, whatsapp, facebook, tweeter, email, skype… La tecnología nos brinda día a día cada vez más herramientas, pero seguimos sufriendo por la falta de comunicación fehaciente, y no apunto a telegramas o cartas documento, sino a cosas mas simples pero en estos tiempos cada vez más complejas, como generar mecanismos de comunicación realmente efectiva con la persona que tenemos delante, con la que compartimos la cama, la vida…
El ritmo vertiginoso de estos tiempos atenta contra las chances de tener momentos de charla relajada y serena, y muchas parejas suelen vivir al ritmo que le imponen las actividades laborales y sociales. Del trabajo a la casa, de casa a la casa de… o al evento de…. Los momentos de intimidad se van reduciendo peligrosamente por una cuestión de horarios, por lo que muchas parejas solo tienen momentos íntimos cuando se trata de sexo. De conversar… ni hablar entonces…
En realidad, si conversamos, pero más del 90 por ciento del tiempo de conversación se va entre problemas de la vida cotidiana y cosas que les pasan a otros. No hay tiempo para hablar de “cómo estoy” o “como me siento”, y mucho menos “del vínculo o de la relación”. Metafóricamente hablando, es como si fuéramos en auto por autopista, sin tiempo ni posibilidad de detenernos o de observar lo que pasa a nuestro alrededor… Sin tiempo ni posibilidad de detenernos a observar lo que le pasa a la persona que tenemos al lado.
Esa imposibilidad de hablar de temas profundos nos lleva a pasar por alto situaciones que provocan malestar, rispideces que van poniéndole tensión al vínculo. Guardamos cosas en el sótano, hasta que el sótano se llena y se vuelve imposible seguir guardando… Y explotamos. Y cuando lo hacemos, es como si, en el imaginario edificio de la relación, cayéramos al segundo subsuelo.
La pareja entra en crisis, muchas veces, muy a pesar del profundo vinculo de amor que pueda existir entre las partes involucradas. Pero nos queremos, y ese sentimiento nos “obliga” o “ayuda” a encontrarnos nuevamente. ¿Dónde? En la intimidad del contacto físico, sin muchas palabras. Y el contacto físico o sexual nos lleva sin escalas de ese segundo subsuelo a la terraza del edificio de la relación. Sin escalas, sin hablar.
Pasamos de sufrir el vínculo, al éxtasis, y en ese estado, disfrutamos tanto el volver a estar bien, que optamos conciente o inconcientemente por no hablar de aquello que nos hizo mal o nos llevó al subsuelo de la relación.
No hablamos, no solucionamos, y las causas que nos llevaron al quiebre quedan ahí, latentes. No hablamos por miedo a que hablar del tema nos vuelva a poner en situación de tensión, y ese es tal vez el error mayor, ya que si no hablamos, sino reconocemos aquello que nos puso mal, es mas que probable que eso vuelva a aparecer y a complicar la relación en el futuro.
El gran tema es, entonces, cómo hablar sin poner en riesgo la flamante armonía, y la respuesta es simple: Los momentos de emocionalidad alta (mal momento o momentos de enamoramiento) no son los mejores para pensar con claridad, por ende es muy difícil que aparezcan soluciones o razones ni en medio de una discusión, ni en el pico de felicidad que viene después de la reconciliación.
Por ende, la recomendación es disfrutar de las hermosas sensaciones que vienen después de la anhelada reconciliación, pero agendar que, cuando vuelva la calma, es necesario sentarse a hablar relajadamente de lo que pasó, para juntos, poder elaborar mecanismos de prevención que nos ayuden a no volver a poner a la pareja en estado de crisis.
Comunicarnos no es tan fácil como parece, pero tampoco tan difícil…

Milagros Inesperados

"En dos entrenamientos no podés hacer mucho ni cambiar la cabeza. La actitud, intensidad y compromiso que tuvieron es mérito exclusivo de los jugadores", dijo el Vasco Arruabarrena en conferencia de prensa tras conseguir su primera victoria como DT de Boca, nada menos que ante un Velez que venía puntero e invicto. Y destacó: "Los chicos supieron revertir la situación con buen juego y eso no se logra en dos entrenamientos".
Y si… ¿O no?
Humilde y realista el Vasco, sabe que eso de “escoba nueva barre bien” tiene límites, pero también debe  tener claro que también es cierto que en el deporte y en la vida de los grupos tiene algo de asidero.
Si me dan a elegir, yo prefiero poner el foco de observación en un tema clave: el Clima de Trabajo.
Es que el Clima de Trabajo es decisivo para la vida de los Grupos y Equipos. Muchos líderes no le dan toda la atención que el tema merece, y lo cierto es que cuando el Clima se enrarece, la capacidad de Foco y Motivación caen y eso  pone en riesgo las posibilidades de tener buenos rendimientos individuales y colectivos. Y ahí, tal vez, podemos encontrar algún punto de contacto con aquello de "escoba nueva barre bien". A veces no es el cambio de Líder, sino el que se produce en la intimidad del grupo respecto a sus propias expectativas y ganas, que en muchos casos se potencian con el cambio de entrenador.
El folclore popular suele hablar de “le hicieron la cama”, al ver que un equipo que venía jugando mal, fundamentalmente sin actitud, en un par de prácticas y de un partido para otro luce transformado, como le pasó este fin de semana a Boca, por ejemplo. Pero lo cierto es que hay varias razones que van en contra del “hacer la cama” que tanto se escucha cuando pasan estas cosas.  Y podemos detenernos en conocidísimos conceptos como “el jugador es lo mas noble que tiene el deporte”, “a nadie le gusta perder” o, sin ir mas lejos, pensar en lo difícil que puede resultar montar una confabulación en planteles integrados por tantos jugadores con apetencias y realidades distintas.
¿Por qué no buscar una razón más sana y fácil de comprender como darle valor al “Clima de Trabajo”?
El Buen Clima, por  otra parte, favorece las relaciones, la comunicación entre los integrantes del grupo y, sobre todo, el Compromiso de los integrantes del Grupo con los intereses del Equipo.