jueves, 31 de octubre de 2013

¿Inteligencia Emocional?

El concepto "Inteligencia Emocional" es muy claro, pero así y todo para mucha gente se presta a confusión, sobre todo en el mundo deportivo. ¿Qué es, específicamente, ser inteligente emocionalmente? Vaya pregunta. Bueno, el colega español José María Buceta (@chemabuceta) intenta explicarlo en unas pocas líneas, y vaya si se hace entender. Esta es su nota:

Sus ayudantes habían hecho un gran trabajo estudiando al equipo rival, y él lo había utilizado para preparar muy bien el partido. Como experto entrenador que era, dominaba las claves de su deporte y tenía clara la estrategia. Durante la semana, los entrenamientos habían corroborado que el camino elegido parecía el correcto, y los jugadores estaban en forma, rebosando confianza tras varias victorias seguidas. Todo listo para alcanzar una más. Sin embargo, el partido comenzó mal. En el deporte, estas cosas pasan. Por mucho que se prepare una competición, nunca se puede controlar todo;
entre otras cosas, porque el rival también juega. En este caso, comenzó más acertado y enseguida abrió una notable brecha en el marcador. Lo que se esperaba de antemano, no sucedía. Las cosas no salían conforme al elaborado plan.
Gritó desde la banda para poner orden, y utilizó un tiempo muerto para activar a los suyos y recordarles lo que tanto habían ensayado… pero nada. Aquello no funcionaba. A pesar de sus años de experiencia, la desesperación se apoderó de él,  transformándole en una marioneta de sus emociones intensas. Los nervios, el enfado, la frustración y el desaliento, se fueron turnando para guiar sus decisiones y su comportamiento. Gestos incontrolados que fueron fuente inagotable de energía negativa que transmitió a sus jugadores; cruentos chillidos tras cualquier error que los atenazaron; instrucciones imprecisas y contradictorias que los confundieron aún más; cambios impulsivos de hombres y de táctica que eran más palos de ciego que elementos de una estrategia razonada; momentos de pasividad y bloqueo mental que dejaban al equipo a la deriva, sin patrón que reaccionara para reconducir el rumbo; encolerizados monólogos en los tiempos muertos y el descanso que lejos de aclarar las cosas, agravaron el caos… En lugar de ayudar a cambiar el mal signo del inicio, lo empeoró. Después, culpó a los chicos: mala actitud, falta de compromiso y motivación, escaso espíritu competitivo… Por desgracia, no era un partido más, sino la final del campeonato. 
Juanjo, el entrenador del ejemplo, es una persona muy inteligente y un gran conocedor de lo suyo; además, dispone de ayudantes competentes que le aportan una información valiosa. Tiene los medios, conocimientos e inteligencia apropiados para preparar bien a su equipo y conseguir buenos resultados: de hecho, consigue muchos. Sin embargo, carece de la suficiente inteligencia emocional para gestionar sus emociones, y esta carencia, de vez en cuando, quizá en el momento menos oportuno, le juega malas pasadas. A pesar de esta evidencia, en su quehacer diario insiste en analizar meticulosamente los detalles más nimios del equipo contrario y le da vueltas y más vueltas a las posibles variantes tácticas, pero no se ocupa de desarrollar habilidades específicas que le ayuden a optimizar todo lo que sabe, en lugar de echarlo por la borda. ¿Por qué obvia algo con tanta trascendencia? ¿No es inteligente como para darse cuenta?
Raúl es el director deportivo de un club de natación. Al igual que Juanjo, es una persona bastante inteligente que domina bien su deporte. Fue nadador de cierto éxito y estuvo bastantes años entrenando antes de ocupar su puesto actual. En éste, incapaz de establecer una buena empatía y transmitir sus mensajes con la apropiada asertividad, le resulta muy difícil relacionarse con los entrenadores del club y los padres de los nadadores. Cuando habla con ellos (lo menos posible), agacha la cabeza y el contacto visual está ausente, y en su expresión refleja una tensión que muestra incomodidad e incapacidad de acercamiento. Sus conocimientos de natación y gestión deportiva quedan eclipsados por estas graves carencias. Es muy probable que al terminar la temporada no le renueven el contrato. ¿Inteligente?
Casos como estos podemos encontrarlos a montones en diferentes ámbitos. Marisa tiene un cociente intelectual de superdotada y es profesora de Historia en un instituto. Cada vez que uno de sus alumnos plantea una discrepancia, sufre una intensa ansiedad que afecta a su rendimiento. Acaba de pedir una nueva baja. Javier, directivo intermedio en una empresa de electrodomésticos, reconoce que tiene un buen trabajo, pero no es capaz de auto motivarse por su actividad diaria y se siente muy infeliz. A pesar de ser una persona brillante que se ha hecho a sí misma, no encuentra el camino para salir de ahí. Su vida personal y social también se resienten. Marina y Jaime se conocieron en una escuela de ingenieros a la que se accedía con una nota muy alta. Están muy enamorados, pero su conexión emocional es mínima por falta de habilidades para empatizar y transmitir sus sentimientos. La relación se está deteriorando. ¿Personas inteligentes atrapadas por su falta de inteligencia emocional?
La inteligencia emocional es una etiqueta moderna que reúne conceptos y estrategias ampliamente investigados por la Psicología científica y aplicados durante mucho tiempo por los psicólogos. Ahora, bajo ese exitoso rótulo adquieren mayor visibilidad y fuerza, listos para ayudar a numerosas personas que como nuestros amigos de los ejemplos, tienen grandes lagunas que entorpecen su funcionamiento y su felicidad. Personas inteligentes, sí; pero no en esta faceta. De hecho, a pesar de su inteligencia general, ignoran o infravaloran lo emocional. ¿Miedo? En ocasiones, la inteligencia y el éxito nos apartan de lo que no dominamos, propician que lo neguemos, que no queramos afrontarlo por no formar parte de nuestras fortalezas. Acostumbrados a controlar los procesos que nos hacen triunfar, huimos de lo que no controlamos. ¿Inteligente?
Básicamente, la inteligencia emocional consta de dos grandes apartados relacionados con las emociones: uno, se centra en uno mismo; el otro, en la interacción con los demás; los dos pueden estar conectados. El primero contempla tres aspectos: el autoconocimiento de las propias emociones; el autocontrol de las mismas en la dirección deseada; y la capacidad de automotivación y aplazamiento de la recompensa. El segundo incluye la empatía respecto a las emociones de los demás y el control de las relaciones interpersonales. En todas estas facetas se puede mejorar  con el entrenamiento adecuado. Algunos no lo necesitan. Para otros, no es una prioridad. Pero hay muchos que en lo profesional, lo personal o ambos, se beneficiarían significativamente. ¿Es de gente inteligente?
 
La Inteligencia Emocional, como todo en la vida, se trabaja. ¿Qué esperas para ir por esas herramientas que te hagan mejor deportista o mejor líder?
 
COACHING PSICOLOGICO PERSONALIZADO PARA ENTRENADORES
COACHING PSICOLOGICO PARA DEPORTISTAS

martes, 29 de octubre de 2013

Potenciá Tu Rendimiento

PSICOLOGIA DEPORTIVA
Trabajá Tu Cabeza para llegar a Niveles Superiores de Rendimiento

Servicios:

- Coaching Psicológico Personalizado para Jugadores
- Coaching Psicológico Personalizado para Entrenadores
- Inserción y apoyo a Grupos Deportivos y Planteles Profesionales
- Clínicas Diagnósticas para Planteles Profesionales y Amateurs
- Clínicas y Talleres para Deportistas, Entrenadores, Profesores, Dirigentes, Padres
- Asesoría y Coaching para Dirigentes

Atención en Consultorio o a distancia a través de internet.

Germán Diorio
Psicólogo - Especialista en Deportes
@germandiorio
 

lunes, 21 de octubre de 2013

Coaching Psicológico para Jugadores

¿No tenés confianza?; ¿No lográs estar enfocado todo el partido?; ¿Cuándo algo no sale como querés entrás en una pendiente negativa de la que no podés salir?; ¿No conseguís tener buena relación con el Entrenador o tus compañeros?; ¿Estás desmotivado?
La Cabeza y el Trabajo Mental son hoy el mayor atributo que tienen los grandes deportistas. ¿Qué hacés vos para llegar a niveles superiores de rendimiento?
TRABAJA TU CABEZA
Salir de estos “pozos” demanda algunos pasos: 1) Reconocer el problema o bloqueo, 2) Proponerte cambiar, 3) Buscar ayuda.
Salí del letargo. Ponéte a trabajar. Se responsable directo de tu crecimiento, solidez o de esa anhelada explosión.
"Los Fuera de Serie saben que no siempre ganan los mejores… Generalmente, ganan los que creen que pueden hacerlo".
Vos también podés ser un "Fuera de Serie". Depende de vos...
Para Jugadores y Jugadoras de todas las edades, profesionales o en formación. Trabajo presencial o a distancia, para que no te quedes sin tu asesoramiento ni pierdas la chance de trabajar para ser lo que siempre soñaste.


MODALIDAD: Trabajamos en Consultorio u online sobre tus necesidades y demandas. Vos determinás que cosas querés trabajar, mejorar o adquirir y hacia alli apuntamos. Las sesiones son de una hora, la periodicidad la establecemos a partir de tus necesidades y el plan de trabajo que acordemos. El Proceso no tiene una fecha de finalización preestablecida, el punto final lo ponés vos cuando crees que la demanda está satisfecha.

Germán Diorio
Psicólogo - Especialista en Deportes
@germandiorio

lunes, 7 de octubre de 2013

La Equivocación de Machacar con el Error

Patricia Ramírez, psicóloga española de exitoso paso por el mundo deportivo, que la vio desempeñarse con éxito en el Betis venciendo dos prejuicios al mismo tiempo: 1) el famoso "el mejor psicólogo del equipo soy yo" que esgrimen equivocadamente algunos DT, y 2) una mujer no puede trabajar en un mundo de hombres.
Aquí un artículo suyo relacionado con un tema que da mucha tela para cortar, a propósito del video, los scoutings y lo que a veces termina siendo una interminable sesión de castigo y poco aprendizaje para los jugadores.
La nota...

¿Cuántas veces como entrenador, o como futbolista, no has visualizado los errores tuyos y los del equipo sobre el partido que jugaste el fin de semana anterior?  Muchas, ¡y las que te rondaré morena!
Visualizar los fallos del partido no es un error. Lo que sí es un error es que el futbolista se quede solo con la imagen de aquello en lo que se equivocó. Por un motivo muy sencillo. El cerebro elabora imágenes y pensamientos, y nuestras acciones son la consecuencia de esas imágenes y de esos pensamientos. Si el vídeo y tú como entrenador introduces este tipo de información en la mente del jugador, estás depositando su atención en eso, en el fracaso y en lo que hace mal.
De nada sirve visualizar los errores si no acabas la sesión de vídeo con los aciertos o las correcciones. Está claro que el jugador tiene que saber en qué se ha equivocado, pero solo con la finalidad de que le digas cómo corregirlo. Como entrenador das muchas veces por supuestas informaciones que crees que el jugador debería saber, pero que a veces desconoce. No siempre eres lo claro que podrías ser, o dejas de dar información porque la presupones.
Olvídate de todo eso. Centra la atención en:
- Lo que tiene que hacer, no andes con ironías, ni burlas ni comentarios que desvíen la atención de lo puramente práctico. Dile cuál ha sido el error, lo más escueto posible y sin juicios de valor. Y acto seguido explícale de forma clara qué esperas de él, detállale la jugada.
- No seas un machacón. Con que se lo digas una vez es suficiente. Lo entiende a la primera. Pero dilo de forma que sea comprensible y no humillante. Las personas no aprenden por provocación, aprenden cuando se les facilita la tarea.
- Si haces un excesivo hincapié en el error, será muy difícil que lo olvide, porque le estás condicionando ese tipo de jugada, que es precisamente la que no quieres que haga. Habla del error brevemente  y sobre todo, que la última parte de tu discurso esté relacionada con lo que SÍ tiene que hacer. El cerebro atiende a lo que le dices, si le hablas de errores, cometerá errores, si le hablas de cómo hacer las cosas de forma excelente, trabajará de forma excelente (siempre y cuando tengamos el talento que se necesita).
Como entrenador tienes que preguntarte cuál es el motivo de estar rabioso o porqué necesitas descargar tu ira con los jugadores. Si el fin es mejorar y sacar lo mejor de ellos, ese no es el camino. Busca la comunicación, la confianza y la fortaleza del grupo. El liderazgo autoritario genera miedo, inseguridad e indefensión. Es un error pensar que la letra con sangre entra. A nadie le gusta sentirse humillado, ni gritado, ni ridiculizado. Si de verdad quieres que tu equipo esté contigo, que te respete como técnico, tienes que empezar por contar con ellos y respetarlos tú. Delante de ti hay un grupo de PERSONAS, y eso no puede olvidársete nunca.
Y recuerda, el primer interesado en jugar bien es el jugador, quiere seguir jugando al fútbol, mejorando en su contrato y creciendo cada día. No se equivoca a posta, se equivoca porque es humano y porque el error forma parte del aprendizaje. Si lo machacas por ello, dejará de atreverse. Y entonces tendrás un jugador inseguro, con falta de confianza y cobarde.

viernes, 4 de octubre de 2013

Adaptación y Roles

Uno de los mayores problemas en las relaciones humanas y en la vida de los grupos es la falta de adaptación y aceptación de roles y jerarquías.
Adaptarse y aceptar la realidad… Parece básico, pero nos cuesta mucho. A lo largo de la vida, vamos construyendo nuestro propio modelo de realidad, nuestra realidad subjetiva, y desde allí miramos e interpretamos todo lo que nos pasa. Vivimos desde “nuestra visión”, y cuando estamos afectados emocionalmente por algo que no es de nuestro agrado, solemos responder revelándonos contra esa realidad. Entonces, nos enojamos y nos encerramos mas en nuestro punto de vista, desconociendo que, del otro lado, suele haber otra persona con su realidad, y por encima de ambos, un marco o sistema en el que tenemos que movernos.
Ponerse en el lugar del otro a la hora de tratar de buscarle soluciones a un conflicto es un deporte que muy pocos practican. El impulso natural es encerrarme en mis demandas o molestias y a partir de allí reclamar, y eso atenta directamente contra la posibilidad de comunicarnos efectivamente, así como también de establecer vínculos sanos, en base a empatía y respeto.
Si no aceptas tu rol, seguramente vas a exigir cosas o situaciones que la otra parte no este dispuesta a darte. Y allí empieza el problema. El jugador pretende algo que el entrenador no está dispuesto a darle, y el origen del contrapunto a veces está en que el jugador pretende algo que nunca le prometieron, o también, en que cuando se estableció el vínculo, el entrenador no fue lo suficientemente claro en su bajada de línea, y ello contribuyo a que el jugador alimentara expectativas que, a partir de allí, empezaron a alejarse de la realidad.
Por eso, entre otras cosas, es tan importante aprender a comunicarse efectivamente. Para el Coach, porque si baja claramente sus mensajes y se cerciora que este fue comprendido, se estará ahorrando muchos problemas y malos entendidos a futuro, además de que un mensaje claro es el punto de partida para lograr el compromiso de la otra parte. Y para el Jugador, porque solo a partir de aprender a escuchar podrá empezar a decodificar qué es lo que se pretende de él, y a partir de allí, armar su plan de trabajo para conformar y convencer al entrenador.
Roles y Jerarquías. En toda estructura hay quien manda y baja línea, y quien debe aceptar y adaptarse para construir su realidad desde otra posición o escalón.
Los jóvenes de hoy son mas reacios que los de antaño a esto de “aceptar y adaptarse”, pero muchas veces el problema no está solamente en ellos y en esta predisposición natural, sino en los lideres o mayores, que no han aggiornado sus herramientas en rubros tan importantes como la comunicación y el liderazgo, haciendo que su bajada de línea no sea del todo efectiva y contribuyendo involuntariamente a que se produzcan cortocircuitos.
Siempre se puede aprender… Solo es cuestión de apertura.