Adaptarse y aceptar la realidad… Parece básico, pero nos cuesta
mucho. A lo largo de la vida, vamos construyendo nuestro propio modelo de
realidad, nuestra realidad subjetiva, y desde allí miramos e interpretamos todo
lo que nos pasa. Vivimos desde “nuestra visión”, y cuando estamos afectados
emocionalmente por algo que no es de nuestro agrado, solemos responder
revelándonos contra esa realidad. Entonces, nos enojamos y nos encerramos mas
en nuestro punto de vista, desconociendo que, del otro lado, suele haber otra
persona con su realidad, y por encima de ambos, un marco o sistema en el que
tenemos que movernos.
Ponerse en el lugar del otro a la hora de tratar de buscarle
soluciones a un conflicto es un deporte que muy pocos practican. El impulso
natural es encerrarme en mis demandas o molestias y a partir de allí reclamar,
y eso atenta directamente contra la posibilidad de comunicarnos efectivamente, así
como también de establecer vínculos sanos, en base a empatía y respeto.
Si no aceptas tu rol, seguramente vas a exigir cosas o
situaciones que la otra parte no este dispuesta a darte. Y allí empieza el
problema. El jugador pretende algo que el entrenador no está dispuesto a darle,
y el origen del contrapunto a veces está en que el jugador pretende algo que
nunca le prometieron, o también, en que cuando se estableció el vínculo, el
entrenador no fue lo suficientemente claro en su bajada de línea, y ello
contribuyo a que el jugador alimentara expectativas que, a partir de allí,
empezaron a alejarse de la realidad.
Por eso, entre otras cosas, es tan importante aprender a
comunicarse efectivamente. Para el Coach, porque si baja claramente sus
mensajes y se cerciora que este fue comprendido, se estará ahorrando muchos
problemas y malos entendidos a futuro, además de que un mensaje claro es el
punto de partida para lograr el compromiso de la otra parte. Y para el Jugador,
porque solo a partir de aprender a escuchar podrá empezar a decodificar qué es
lo que se pretende de él, y a partir de allí, armar su plan de trabajo para
conformar y convencer al entrenador.
Roles y Jerarquías. En toda estructura hay quien manda y baja
línea, y quien debe aceptar y adaptarse para construir su realidad desde otra
posición o escalón.
Los jóvenes de hoy son mas reacios que los de antaño a esto de
“aceptar y adaptarse”, pero muchas veces el problema no está solamente en ellos
y en esta predisposición natural, sino en los lideres o mayores, que no han
aggiornado sus herramientas en rubros tan importantes como la comunicación y el
liderazgo, haciendo que su bajada de línea no sea del todo efectiva y
contribuyendo involuntariamente a que se produzcan cortocircuitos.
Siempre se puede aprender… Solo es cuestión de apertura.
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