El
Deporte formativo, aunque parezca mentira, es uno de los eslabones más débiles
en la cadena en la Argentina y varios países de Latinoamérica. En muchos
deportes, desgraciadamente, las inferiores suelen ser una estación de paso hacia
las categorías superiores, motivo por el cual, muchas veces nos encontramos con
entrenadores muy jóvenes y a veces carentes de formación para enfrentar
determinado tipo de grupos o situaciones, o bien DTs que no tienen real
vocación para trabajar con chicos o jóvenes, y que solo están al frente de un
equipo de “Formativas” esperando que los resultados obtenidos le sirvan de
trampolín hacia niveles superiores.
Las
Divisiones Inferiores no siempre están bien pagas, y muchas veces se usan (en
los deportes no profesionales sobre todo) para retener a un jugador importante
a cambio de una remuneración encubierta. Son, nos guste o no, las leyes del
juego ante la ausencia de presupuesto o estructuras más fuertes, y como
siempre, son los chicos quienes terminan pagando los platos rotos, ya que son
ellos los que tienen que lidiar con las carencias de sus formadores.
La
frase es del libro de un afamado colega (Daniel Goleman) y refiere a la
educación de los niños, pero siempre digo que la relación Entrenador - Jugador
tiene muchos puntos de contacto con la relación Padre - Hijo, sobre todo en los
aspectos comunicacionales, de allí que me parezca útil reflexionar sobre ella:
"La sobreprotección,
parece alentar el temor privando a los más jóvenes de la oportunidad de
aprender a superar sus miedos, mientras que, en cambio, la filosofía de
«aprender a adaptarse» parece contribuir a que los niños más temerosos
desarrollen su valor"
Muchos
Entrenadores, por diferentes motivos, suelen sobreproteger con ordenes
constantes a sus dirigidos (sobre todo en edades formativas), al punto de
generar en los chicos una dependencia o una obligación de responder
automáticamente, y eso, en cierta forma atenta contra la capacidad de
desarrollo del jugador, ya que al tener coartada la facultad de tomar
decisiones por esta conducta de su DT, puede sufrir un retraso madurativo en
este apartado (la toma de decisiones). Si el error desata un drama, se hará muy
difícil para el jugador tomar conductas de riesgo, soltarse, crear, aprender de
su propio error.
Asi
como los Padres tienen directa responsabilidad en la educación emocional de sus
hijos, los Profesores o Entrenadores también la tienen en la educación
emocional de sus pequeños jugadores, que en muchos casos suelen llegar a sus
manos en edades tempranas. De allí la importancia de formar a los formadores
para encarar semejante tarea. Muchos Entrenadores ponen el foco de su
aprendizaje en saber de su deporte, y en realidad, sobre todo en esas etapas,
aprender a manejar personas es tan o mas importante.
1 comentario:
En general siempre me ha ido muy bien en las materias exactas y por eso trato de ayudar a mis hermanos cuando tienen problemas. Tuve la suerte de que no me resulto difícil aprender quimica y por eso también lo puedo enseñar con naturalidad
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