Si, no es un
contrasentido ni muchos menos. Un par de líneas más: “Muchos Entrenadores hablan muy bien, pero se comunican mal… Es común
confundir dos términos que parecen estar íntimamente relacionados como
Comunicarse y Hablar. Todos hablamos y nos expresamos, algunos mejor o más
lindo que otros, pero eso no quiere decir que todos sepamos comunicarnos
efectivamente con el otro…. Hay diferentes niveles de Comunicación. Comunicarse
no es hablar bien o con un lenguaje florido o técnico, sino lograr que el
mensaje llegue a buen puerto, y para ello es clave aprender a identificar los
niveles de comunicación efectiva, ya que no es lo mismo disertar ante un
auditorio o una clase, que comunicarle a un equipo un plan de juego o una
instrucción táctica. Obviamente, en ambos casos el objetivo que perseguimos es
hacernos entender, pero la diferencia sustancial radica en que cuando damos una
charla técnica o una instrucción durante un tiempo muerto o un entretiempo, de
la efectividad de esa comunicación puede depender el resultado del partido; por
ende, es imperioso estar seguros que el mensaje emitido fue debidamente
comprendido, y a veces, cuando hablamos, estamos más preocupados por nuestra
alocución que por cómo están recibiéndola nuestros interlocutores”.
Obviamente, del
texto se desprende que, para mi, humildemente, la clave está en “cómo están recibiéndola nuestros jugadores / as”,
ya que si ellos entienden otra cosa la
instrucción no va a llegar a destino y la orden no va a ser ejecutada
convenientemente. ¿Entonces? Entonces hay que invertir tiempo en conocer
quienes son nuestros jugadores / as para saber cómo llegarles. No hay otra
salida.
Los códigos
comunicacionales han cambiado mucho en los últimos tiempos, los adolescentes de
hoy no son los mismos que antaño, y los deportistas de elite en muchos casos
son en su mayoría adolescentes, por lo que aprender y aggiornarse en estos
temas es vital si lo que soñamos o deseamos es alcanzar los objetivos para los
que tanto trabajamos.
El estilo y los
patrones de comunicación variarán entonces de acuerdo a la edad, el sexo, la
condición social o el estatus deportivo de nuestros jugadores.
Por eso es que las formas de comunicarnos son casi tan
importantes como aquello que queremos comunicar, algo que muchas veces los
entrenadores suelen desestimar, atentando seriamente contra la calidad o las
posibilidades de que su mensaje sea comprendido.
Abusar de los gritos y
los insultos ha sido una constante en tiempos pasados en el mundo deportivo. La
mal entendida masculinidad en el trato parecía surtir efecto años atrás, en los
cuales muchos DT hacía uso y abuso de elevar el tono, en algunos casos al límite
del maltrato, convencidos que era la única manera de sacar lo mejor de sus
jugadores / as. Y a decir verdad, en algún tiempo, en cierta forma funcionó,
pero para los adolescentes de hoy el grito, el insulto y el maltrato de sus
supuestos líderes o superiores no es lo mismo que era en los 70 u 80, al punto
que ese tipo de conductas lo primero que suelen conseguir es el cierre de todas
las compuertas en los receptores, provocando que los gritos del entrenador de
turno lleven al bloqueo o el rechazo de parte de aquellos a los que se esta
intentando convencer.
Por eso, un sano
consejo: "Sr. Entrenador, no grite
mas. Un mensaje transmitido de buena manera tiene mas chances de llegar a
destino”.
Levantar la voz puede servir para despertar a un
jugador/a, pero abusar de los gritos (y ni hablar de los insultos) solo
enturbia el proceso comunicacional, que para muchos muere en el preciso momento
en el que el volumen sube más allá de los límites tolerables.
¿Por qué transmitir a los gritos o de mala manera? ¿Y si probás hablándole a tus jugadores/as como a vos te gustaría que te hablaran?
Un mensaje transmitido de buena manera tiene más chances de llegar a destino. Y si el mensaje llega a destino en buenas condiciones, obviamente habrá más posibilidades de que los ejecutantes toquen la canción que les estamos pidiendo.
¿Por qué transmitir a los gritos o de mala manera? ¿Y si probás hablándole a tus jugadores/as como a vos te gustaría que te hablaran?
Un mensaje transmitido de buena manera tiene más chances de llegar a destino. Y si el mensaje llega a destino en buenas condiciones, obviamente habrá más posibilidades de que los ejecutantes toquen la canción que les estamos pidiendo.
(1) Libro escrito por el autor de esta nota,
publicado por Ediciones Al Arco con prólogo de Luis Scola.
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