“No logro estar enfocado / concentrado todo el partido”
“Cuando algo no sale como quiero entro en una
pendiente negativa de la que no puedo salir”
“No consigo tener buena relación con el Entrenador /
mis compañeros”
“Estoy desmotivado”
Esto que sentís, inevitablemente atenta contra tu
capacidad de rendir satisfactoriamente o
de crecer y potenciar tu rendimiento deportivo. Y aunque hoy te parezca algo difícil
o imposible de controlar o superar, tiene arreglo.
Salir de estas “crisis” o “pozos” demanda algunos
pasos: 1) reconocer el problema o bloqueo; 2) proponerte cambiar; 3) buscar
ayuda.
Si, buscar ayuda.
El tiempo, un consejo o tener un partido inolvidable,
pueden ayudarte a volver a la senda de la felicidad deportiva, pero… ¿Por qué
esperar si se puede trabajar y encarar el problema para solucionarlo con mayor
celeridad? Y más aún, ¿por qué seguir empantanado o gastar energías contra esas
supuestas falencias, si podemos aprender a solucionarlas y prevenirlas?
La
Psicología Deportiva ofrece hoy esas herramientas.
¿Qué es lo que te está frenando?
Ya ni siquiera la distancia suena como una excusa
valida. Podes trabajar todo aquello que te molesta a distancia, usando la misma
herramienta que te conecta con el mundo: tu computadora.
La Cabeza y el Trabajo Mental son, hoy por hoy, el
mayor atributo que tienen los grandes deportistas. Basta mirar a los
verdaderamente grandes para ver que, más allá de su talento, son lo que son
porque tienen la cabeza bien puesta.
Vivimos
a mil y muchas veces, lo que nos angustia, presiona, bloquea o frena nuestro
crecimiento, es tan evidente que nos cuesta aceptar que con un pequeño cambio
podemos desatar una ola de bienestar y mejoras.
Dice Luis Scola en el prólogo de mi libro, “El Psicólogo
del Club”: “Yo siempre digo que un jugador es
la mezcla de tres cosas: físico, talento y cabeza. De acuerdo a cuanto de cada
uno de los elementos tenga es el tipo de jugador que nos encontramos... Sin
embargo la cabeza o la mentalidad son cosas mucho más difíciles de ver y
también más difíciles de trabajar… A veces en la vida de un deportista es
difícil ver cuánto influye la cabeza en una situación determinada, pero créanme
que hace una gran diferencia… Una buena cabeza, tanto para mí como para muchos
otros es la clave del éxito”.
Entonces…
¿Qué estás esperando para probar o aprender a trabajar esa cabeza? La
diferencia entre disfrutar y sufrir dentro de la cancha es muy pequeña, y está
claro que un deportista rinde más cuando disfruta lo que hace.
Salí
del letargo. Ponéte a trabajar. Se responsable directo de tu crecimiento,
solidez o de esa anhelada explosión.
Clínicas,
Jornadas, Seminarios, Sesiones Presenciales o a Distancia (a través de Internet).
Todas las herramientas son válidas para aprender de una vez a dirigir la cabeza
hacia donde queremos y a controlar las emociones para que no nos jueguen en
contra.
El
deportista por encima de las circunstancias fortuitas. El trabajo y la
preparación por encima de situaciones mágicas. La convicción más allá de la
suerte.
Germán Diorio
Psicologo
– Especialista en Deportes
1169317209
@germandiorio
www.elpsicologodelclub.blogspot.com
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