miércoles, 11 de septiembre de 2013

De Eso No Se Habla

El Exitismo salvaje de estos tiempos es el principal condicionante para que no se pueda valorar debidamente los Logros conseguidos, sea cual fuere el marco deportivo o personal. El vértigo nos pone, inmediatamente después de conseguido algún lauro, ante la necesidad de revalidarlo o superarlo, quitándonos tiempo para celebrar, disfrutar, dimensionar lo conseguido y repasar cómo lo logramos (para poder a partir de allí aprendernos la receta).
Nos cuesta crecer y sobre todo disfrutar, pese a que se supone que el Deporte se basa en un juego. Los motivos de consulta de muchos deportistas y entrenadores tienen que ver con la imposibilidad de disfrutar, y basta repasar declaraciones periodísticas para caer en la cuenta de que las palabras “sufrir” o “sufrimiento” están en boca de un altísimo número de protagonistas. Pero… ¿No era un juego? ¿No es el deportista uno de los profesionales mas envidiados en el mundo laboral? ¿Por qué se sufre en un ámbito que debería ser lúdico y cómo ese sufrimiento atenta contra la capacidad de jugar, divertirse, aprender, crecer y mejorar? Ufff… Cuántas preguntas, ¿no?
Inevitablemente, vamos a caer en el remanido tema de las presiones y de cómo juegan su partido en esta historia.
Diego Cagna renunció a la dirección técnica del plantel de Tigre y entre sus razones expuso: "El fútbol viene cambiando para mal hace mucho tiempo. Se ha vuelto muy sanguinario y cruel, y no estoy disfrutando lo que estoy haciendo, por lo que necesito tomarme un tiempo". Y vale decir que la reflexión no apunta solamente al fútbol, sino al deporte competitivo en su conjunto.
Técnicos que renuncian, jugadores que no rinden o disfrutan. ¿No son señales de que hace falta trabajar seriamente sobre las personas que visten los uniformes deportivos? Las empresas se ocupan desde hace tiempo de generar estructuras de trabajo mas sanas ampliando su tarea en lo que refiere a los recursos humanos y trabajando con apoyo y coaching para mejorar a sus líderes. ¿Y los clubes y entidades deportivas? Hmmm… En muchos casos, la respuesta es: “Bien, gracias”.
En los clubes se suele apostar a que un Líder (el DT) nos guíe, y lo cierto es que en muchos casos, ese líder no está del todo capacitado o no da abasto con todo; pero así y todo se le tira el fardo de la responsabilidad y luego se le exige en consecuencia.
¿Soluciones? Las mismas que en todos los ámbitos de la vida: Capacitarse y/o Pedir Ayuda.
La especialización ha llegado al mundo deportivo, pero pese a que tanto se habla de la cabeza, la actitud, la motivación, el foco o la cohesión grupal, y de cuanto influyen en el resultado deportivo, los cuerpos técnicos o las estructuras deportivas siguen cerrándole las puertas a los Psicólogos.
Generalmente, se suele limitar el "para qué" de la participación del Psicólogo en los planteles deportivos a la "resolución de conflictos", pero... ¿Quién se ocupa, por ejemplo, de la contención y de ayudar a reprogramar positivamente la cabeza del deportista lesionado para acelerar el proceso de recuperación? Muchas estructuras deportivas tienen un Cuerpo Médico de excelencia, pero tener a los mejores doctores o kinesiólogos no siempre implica tener profesionales o personas capaces de contener y orientar al deportista en lo humano, en todo lo que implica el proceso de recuperación de lesiones, donde la angustia juega un papel a veces casi tan decisivo como los tejidos rotos.
Trabajar la Cabeza es cada vez más importante, porque a partir de ella es que se potencia el crecimiento personal y deportivo, al poner la mira sobre temas vitales como la Motivación, el Foco, el Liderazgo y la Comunicación, que abren la puerta para establecer mejores relaciones grupales, entre otras cosas.
En muchos grupos, se suele dejar esos temas en manos de otros integrantes del Cuerpo Técnico, pero la realidad dice que no siempre pueden hacerse cargo realmente de esos temas, sea por falta de tiempo o por falta de conocimiento, como mencionara líneas arriba.
Luego, ante la falta de resultados, los justificativos apuntarán a razones anímicas, de concentración, de unión grupal y vaya a saber cuantas cosas más… Sobre las que nunca se trabajó a conciencia. ¿Por que será entonces que se sigue relegando a los Psicólogos en los Planteles Deportivos?

Trabajar sobre las estructuras humanas del Equipo sirve para potenciar vínculos y generar mayor respuesta en lo actitudinal.
Generar EmpatÍa no es una virtud común a todos los DT... Razón de más para generar una estructura de Contención en el Cuerpo Técnico, ¿no?

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