No todos los días se puede festejar un Campeonato, pero que lindo es, ¿no?
No me gusta escribir en primera persona del singular (manías de viejo periodista), pero no hay muchas maneras de expresar la alegría que viene de la mano en este tipo de situaciones. Las chicas de Velez ganaron su cuarta Liga Nacional de básquet femenino y puedo decir con orgullo que fui parte de esa gesta y me gané un lugarcito en la foto.
Insertarse en un equipo campeón (Velez venía de ganar la Liga Nacional y dos Metropolitanos en el 2009) no es fácil. Mucho menos para un Psicólogo, que de por si debe luchar con los prejuicios del “¿para qué sirve?” y tantas otras cosas más. En este caso, potenciado por el hecho de que se trataba de insertarlo en un grupo por demás exitoso, lo que provocaría inevitablemente que alguno preguntara, tal vez con razón, si “¿no sería perjuicial?” o que los cabuleros lo tildaran de mufa ante el primer tropiezo.
Bueno, por suerte, no pasó nada de eso. Tanto los dirigentes como el Entrenador Jefe pensaron en sumarle un plus a su equipo de trabajo, y a partir de allí solo me quedó la grata tarea de sumarme para tratar de aportar mi granito de arena. En febrero, cuando comenzó este camino que hoy nos tiene festejando, me presenté con este artículo, que no hace otra cosa que expresar algunas de las cuestiones por las que defiendo el rol del Psicólogo en el mundo del deporte.
“NOS TRAJERON UN PSICOLOGO”
La frase puede sonar de diferentes maneras y, por ende, tener distintos tipos de interpretaciones. La Psicología Deportiva no está muy desarrollada en la Argentina, por lo que la presencia de un Psicólogo en el Cuerpo Médico de un Plantel Deportivo no siempre suena del todo bien, y es comprensible.
Lo primero que hay que saber es que, más allá de lo que dice la “sabiduría popular”, Psicólogo no es lo mismo que “Loquero”, y que el hecho que se haya convocado o sumado un Psicólogo no tiene relación directa con que “estas chicas están todas locas”. Ni ahí.
En términos prácticos, el Psicólogo Deportivo no es otra cosa que un integrante más del Equipo de Trabajo que encabeza el Entrenador Jefe, por lo que trabajará mancomunadamente con asistentes, preparadores físicos, medico, kinesiólogos, dirigentes y utileros, tratando de aportarle lo que esté a su alcance al deportista para que pueda desarrollarse mejor.
La función principal es “estar a la mano” para que cualquier jugadora pueda acudir a charlar libremente de cualquier tema que pudiera estar afectándola en su rendimiento. Obviamente, el Psicólogo no está para hablar u opinar acerca de si es bueno o malo un sistema defensivo, cuantos kilos hay que cargar en la barra para hacer sentadillas o como realizar un estribo en un tobillo maltrecho. Pero si puede ayudar a trabajar sobre aquellos temas o situaciones que les impidan rendir al cien por ciento durante entrenamientos o partidos.
Más de una vez, llegamos al club con la pesada mochila de algún problema personal que nos impide disfrutar de la práctica deportiva, lo que nos lleva a estar de malhumor, con la cabeza en otro lado, provocando indirectamente con mi actitud que algún ejercicio salga mal o que una compañera se distraiga preocupada o molesta por mi “estado”. Entonces, la práctica empieza a perder algo de ritmo, no estoy atenta a los ejercicios ni a los sistemas, la pelota no entra, me empiezo a fastidiar y lo que tendría que ser una hora de placer y disfrute (porque todos hacemos deporte para pasarla bien, ¿no?) termina siendo una prolongación o arrastre de algún mal momento anterior.
El Psicólogo puede ser una rueda de auxilio para ayudarnos a encarar algunas situaciones de la vida manera tal que no nos afecten a la hora de hacer una de las cosas que más nos gusta: jugar al básquet.
La serenidad y la concentración, al igual que un sistema defensivo, la técnica de lanzamiento, el trabajo físico en pista o gimnasio o la implementación de una buena dieta, SE TRABAJAN. Si, uno puede trabajar para poder manejar la ansiedad y así poder rendir a pleno y disfrutar del deporte. El mundo del deporte ha crecido increíblemente en muchísimos aspectos. Las tácticas han evolucionado, los físicos son diferentes, ha cambiado la alimentación e incluso la indumentaria. Todo en base a trabajo, investigación y especialización Hoy nadie quiere dar ventajas, y la Psicología Deportiva es una herramienta más que nos puede ayudar a optimizar el rendimiento deportivo.
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