Interesante artículo de Dani Fernández en Perarnau Magazine, apuntando a un tema que en muchísimas situaciones se suele dejar de lado: La Fatiga Cognitiva.
“Cuando hablamos de intensidad, hablamos de
intensidad de concentración, porque jugar es fundamentalmente pensar y pensar
exige concentración. Y si hablamos de un juego de calidad, hablamos de pensar
teniendo en cuenta un referente colectivo -determinados principios de juego- y
eso exige aún más concentración. No es por eso de extrañar que la fatiga
táctica (cognitiva) surja antes que la fatiga física.” (Rui Faria,
preparador físico del Real Madrid).
Hace unos días, durante el post-partido de
Champions League entre FC Barcelona y Chelsea, Juanma Lillo utilizó la
expresión “fatiga cognitiva” para tratar de explicar qué le había ocurrido
al conjunto culé en la eliminatoria ante el cuadro británico. Rápidamente, a
través de las redes sociales, se agitó el debate sobre dicho concepto. Al
margen de las opiniones más ignorantes, algunas de ellas escritas con muy mala
intención, pude comprobar que existía un gran desconocimiento sobre el término
usado por el entrenador donostiarra.
Lillo, decir que Lillo negó que la derrota se
debiera al cansancio y, en todo caso, dijo que cabía atribuirla a la fatiga
cognitiva. El término fatiga cognitiva es usado desde hace tiempo en el
ámbito de la ciencia y, en particular, en el terreno de la psicología
cognitiva, la laboral y en el ámbito del aprendizaje.CARGA COGNITIVA
Para entender el concepto de Fatiga Cognitiva, primero debemos entender el concepto de Carga Cognitiva. La carga cognitiva viene marcada por diversas ideas:
- Complejidad o dificultad de la tarea. Cuando el jugador, ser humano, se enfrenta a tareas de mucha dificultad o complejidad (interacción de muchos elementos a la vez). En este tipo de situaciones, el sujeto se enfrenta a una mayor demanda de recursos cognitivos.
- Enfrentarse a situaciones de demanda emocional o de estrés alto. Situaciones desconocidas, de enorme importancia, donde el sujeto enfrenta sus conocimientos (o hábitos) a situaciones de enorme complejidad. En el caso que nos ocupa, un partido de fútbol de enorme transcendencia como el que el cuadro culé disputaba. También podemos entender dicha idea pensando en los casos de familiares de personas que se enfrentan a una enfermedad larga y dura.Los equipos de fútbol de alto rendimiento tienen en cuenta el concepto de carga cognitiva, así como tienen en cuenta la carga condicional. El objetivo es que la aparición de la fatiga, sea de tipo mental/cognitivo o condicional, se retrase o, si se puede, no aparezca.Los Cuerpos Técnicos controlan los niveles de carga cognitiva de la siguiente manera:
1.
Cuantificación
de la carga cognitiva de las diferentes tareas. Cuando las tareas son más
especificas, es decir contienen más elementos del modelo de juego, existe más
complejidad, la tarea tiene una exigencia mayor.
2.
Desconocimiento
de la tarea. Cuando el jugador se enfrenta a conceptos de juego muy complejos o
desconocidos, se produce un mayor desgaste cognitivo. Como afirma José
Mourinho: “La concentración de los jugadores puede y debe ser entrenada.
¿Cómo? Creando ejercicios que exijan esa concentración. Ejercicios en los que
los jugadores se vean obligados a pensar, a comunicarse entre sí; ejercicios de
complejidad creciente que les obliguen a una concentración permanente. Por eso,
los ejercicios no pueden ser demasiado fáciles y cuando los jugadores ya
consiguen resolver los problemas que les plantean, tengo que buscar otros
nuevos”.
3.
Los días posteriores
o anteriores a la competición no se usan tareas muy complejas o nuevas,
evitando así que el jugador llegue cansado emocionalmente o cognitivamente a la
competición.
4.
Los días de uso
de tareas de mayor exigencia cognitiva son los más alejados a la competición.
Como afirma José Mourinho: “Es importante, a medida que nos aproximamos al
día del partido, que el entrenamiento vaya disminuyendo en términos de densidad
en lo que se dice, por ejemplo, a las exigencias de concentración. La fatiga
del sistema nervioso central es decisiva y, cuanto más nos aproximamos a la
competición, menos debemos buscar ejercicios exigentes a ese nivel”.
5.
Diversos
estudios nos avisan de que, cognitivamente, los jugadores no están recuperados
hasta después de tres días de disputar la competición. En este mismo sentido se
expresa de nuevo Mourinho: “Cuando la semana tiene un solo partido doy
descanso al día siguiente del partido. Yo sé que desde el punto de vista
fisiológico se dice que no es lo más correcto, pero sí lo es desde un punto de
vista mental. (…) Es mejor para el “cuerpo” pero peor para la cabeza. ¡Y
tenemos que ver esta cuestión desde un punto de vista global!”.
6.
Los jugadores
poco acostumbrados a entrenar en especificidad o al estrés alto que genera la
alta competición pueden verse afectados por esta fatiga de tipo cognitivo e,
incluso, sufrir lesiones de tipo muscular.
EJEMPLO DE LA CUANTIFICACIÓN DE LA CARGA COGNITIVA
DE LAS SITUACIONES DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE EN FUTBOL
“Una
de las cosas que hace el entrenamiento sea más intenso -cuando se habla de
intensidad, se habla normalmente de desgaste energético- es la concentración
decisional exigida. Por ejemplo, correr por correr implica un desgaste
energético natural, pero la complejidad del ejercicio es nula y, como tal, el
desgaste a nivel emocional tiende a ser nulo también. Las situaciones
complejas, en las que se basa el crecimiento de la organización de juego,
exigen a los jugadores requisitos tácticos, técnicos, psicológicos y físicos.
Es eso lo que aumenta la complejidad del ejercicio y conduce a una
concentración mayor”. (Oliveira, Resende, Amieiro y Barreto: “Mourinho
¿Por qué tantas victorias?” 2007).
COMPRENDER
LA FATIGA COGNITIVA Y LA CONDICIONAL
Debemos comprender que ambos tipos de fatiga se
encuentran interrelacionados, están conectados el uno con el otro.
Entendemos que cualquier equipo de alto rendimiento
sometido a un entrenamiento continuo y de calidad está capacitado para resistir
desde un punto de vista fisiológico a las demandas que le plantea el juego.
Pero las exigencias que demanda la competición de máximo nivel en términos
mentales/emocionales son altísimas y me atrevo a decir que determinantes. Estar
en un estado de concentración máximo, atender a estímulos concretos en momentos
concretos, responder de manera colectiva a una situación de juego… y el hecho
competitivo. Tener que ganar y ganar, y ganar… y todo esto a veces jugando cada
tres días. Por eso considero que tiene mucha razón el compañero Francisco
Beltrán cuando habla del mérito que tienen los equipos que disputan todas las
competiciones hasta el final.
Para combatir dicha fatiga, desde el libro
anteriormente citado, se nos habla de la importancia de los hábitos, es decir
de hacer inconsciente lo que antes era consciente. Dicho en otras palabras, que
lo que antes me exigía pensar en cómo resolverlo, ahora surja de mi de forma
natural. Imagínense, si todos nosotros debiéramos pensar cada día, al
levantarnos, en todas las acciones que acometemos de forma inconsciente: lavarnos
los dientes, conducir, vestirnos… Si el cerebro no hubiese construido esos
atajos, el estrés que deberíamos soportar sería enorme.
¿LE
AFECTÓ LA FATIGA COGNITVA AL BARCELONA?
“Al
leer un libro, al cabo de unas horas tenemos que descansar, pero si no estamos
acostumbrados a leer nos dolerá la cabeza todo el día. Es fundamentalmente un
problema de hábito. Porque el hábito es un saber hacer que se adquiere en la
acción. En este caso, leyendo”. (Oliveira, Amieiro, Resende, Barreto).
Si tenemos en cuenta lo escrito, podemos entender
mejor lo expuesto por Lillo.
Hemos de entender que el FC Barcelona lleva 4 años
de máximo desgaste en todos los sentidos y ha disputado hasta el final todas
las competiciones en que ha participado; incluso en las que no ha conseguido el
triunfo final ha alcanzado las ultimas rondas.
Hemos de atender también al hecho de que estos
jugadores se enfrentan a constantes partidos, a veces cada tres días, y que
incluso en los periodos de descanso juegan con sus respectivas selecciones las
principales competiciones.
Otro factor importante es la alta complejidad del
modelo de juego que propugna el FC Barcelona, donde los jugadores se enfrentan
a un alto nivel de organización y la creatividad y capacidad de tomar
decisiones correctas es fundamental para el éxito del mismo.
Sin olvidar, además, que el conjunto azulgrana
venía de jugar un partido de un altísimo desgaste emocional 72 horas antes
contra el Real Madrid, donde ambos conjuntos se disputaban el titulo.
Por lo tanto, si tenemos en cuenta todos estos
factores, es normal y perfectamente comprensible que el Barça sufriera un
proceso de desgaste cognitivo, de fatiga, que, cuidado, por sí solo no explica
el triunfo o fracaso en la competición. Pocas horas después asistíamos a la
eliminación del Real Madrid ante el Bayern y en este caso era Mourinho quien
hablaba del calendario. Entendemos desde aquí que el portugués, con otras
palabras, se refería al tremendo desgaste que había sufrido su equipo desde el
punto de vista mental.
Si nos escapamos del ámbito del fútbol o el deporte
de alta competición, cualquiera de nosotros, cuando nos vemos sometidos a un
estrés importante, a situaciones que se escapan a la rutina, nos vemos
sumergidos en un cansancio que no nos permite dar lo mejor de nosotros mismos.
Eso es la Fatiga Cognitiva.
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