miércoles, 24 de julio de 2013

En EJE Es Más Fácil

El “Conócete a ti mismo” que muchos conocimos leyendo al filósofo griego Sócrates y que está grabado en las paredes del Partenón es, para mi, una de las claves para potenciar rendimiento en todo lo que tiene que ver con el deporte. Conocerse es, sin lugar a dudas, la llave que abre la puerta hacia el interior, y solo desde el interior es que se puede generar cambios profundos y eficientes en lo personal.
Muchos deportistas de alto rendimiento o de fin de semana dan enormes ventajas por no conocerse, de allí que suela insistir tanto en la necesidad de alcanzar el autoconocimiento, que en términos prácticos no es otra cosa que tomar contacto con las cosas que te hacen bien o te potencian y conocer aquellas que no te hacen bien y por ende atentan contra las posibilidades de llegar bien al compromiso deportivo.
Si, lo que parece obvio, conocerse para potenciarte o evitar entrar innecesariamente en contacto con cosas que no te hacen bien en la previa de un partido, por ejemplo, no lo es tanto, y más de una vez el deportista da ventaja o atenta contra si mismo por el simple hecho de no conocerse.
Ejemplos hay millones, porque todos en algún momento seguramente fuimos protagonistas del auto boicot, que no es algo profundo o rebuscado, ya que muchas veces tiene que ver con cosas simples, de todos los días, que por no ser tenidas en cuenta nos llevan al temido “Fuera de Foco”. Así, por ejemplo, si lo que me distrae es el entorno, tendré que tenerlo controlado o armar una rutina previa que me permita no llegar al Club pendiente de él. Si juego mejor cuando encaro los partidos relajado y de buen humor, será pertinente adaptar la previa hacia ese lado en lugar de a meterme en situaciones de enojo o concentración extrema que me saquen de mi estado ideal; o como contrapartida, si lo que mejor me entona es estar concentrado al límite del aislamiento o el enojo, tendré que operar mecanismos a tal efecto para buscar mi conexión con esos estados, sin que ello me ponga fuera de sincro con mis compañeros; y podría seguir tirando ejemplos indefinidamente.
Conocerse, para Potenciarse. Parece sencillo… Debería serlo, pero no es tan común como debería.
Siempre hablamos de la necesidad de estar En Foco, Concentrado, Metido, pero sin querer atentamos contra ello por desconocer cuál es nuestro mejor estado. Nos vamos o nos corremos de nuestro Eje, y en lugar de tratar de volver a él corremos en la dirección contraria aumentando nuestra sensación de malestar, desconcierto o inseguridad. Y, ¿Qué es el EJE? Ni más ni menos que mi Estado de Equilibrio Personal, mi Base de Sustentación, mi Esencia. Es aquello que se va construyendo a lo largo de la vida, a partir del aprendizaje emocional, de experiencias, de contenidos y conocimientos.
El EJE se va enriqueciendo a diario. Es como una planta que necesita cuidados, y depende de nosotros engrosarlo y hacerlo firme; y obviamente también de nuestros educadores (padres, maestros, entrenadores), sobre todo en los primeros años. Todos tenemos un EJE, algunos más sólido, rico o visible que otros, y es a partir de él que vamos a poder construir, por eso es tan importante conocerse, porque reconociendo quienes somos, de qué estamos hechos, qué nos hace bien o pone mejor, es que vamos a poder iniciar la anhelada rueda de crecimiento continuo.
Estudiar, enriquecerse y ampliar horizontes es muy importante para que el EJE de nuestra vida no gire solamente en torno a una sola visión de mundo.
Conócete. Cuida tu EJE, porque estando en EJE, en equilibrio, con los pies bien plantados en el suelo, seguramente vas a poder enfocar mejor.
Se puede leer en “El Psicólogo del Club” (Ediciones Al Arco):
 “¿Cómo saber cuándo estamos en Eje? Conociéndonos, ni más ni menos que mirando para adentro. La Psicología no es una ciencia exacta. Su centro de estudio son las personas, y las personas no se hacen en serie. Todos somos diferentes, únicos, lo que aún hace mucho más difícil la aplicación de manuales o recetas mágicas. El Eje es personal, y no se encuentra a través de fórmulas matemáticas, sino metiéndote para adentro y conociéndote.
Algunas personas poseen una gran capacidad de introspección o mirada hacia adentro, y eso les allana el camino. Pero no es un trabajo fácil y en eso también puede dar una mano el Psicólogo; para ayudarte a encontrarte, conocerte y saber que resortes internos conviene apretar para salir a la cancha en Foco.
En Foco, la cabeza funciona, las decisiones no pesan y las emociones no embarran el camino, ya que en ese estado los miedos, las presiones y los agentes externos son un aditamento más en la práctica deportiva, y no su razón de ser, como suele suceder cuando estas cuestiones copan el centro de la escena. Y en ese estado, el deporte está más cerca de lo lúdico, sin que esto implique falta de responsabilidad; y más cerca del disfrute, el juego se hace más lindo y los resultados suelen ser mejores. Generalmente, cuando disfrutamos es más fácil alcanzar nuestro máximo rendimiento.
En definitiva, de eso se trata, ¿no? De rendir al máximo para disfrutar de lo que estamos haciendo; de disfrutar de lo que hacemos para crecer; de crecer para rendir más; de rendir más para ganar, y así sucesivamente”.
Conocéte. Nutrite y hace firme tu EJE. No des ventaja…

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